Se santigua antes de
correr, y cuando logra un éxito señala con el dedo al Cielo ofreciendo su
triunfo a Dios
Orlando Ortega
Alejo, nacido en Artemisa (Cuba) en 1991 y nacionalizado español obtuvo la
medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro compitiendo en los
110 metros vallas, por detrás sólo del jamaicano Omar McLeod.
En su palmarés
se encuentra también la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de 2011 y
el primer puesto en la Diamond League de París, cuando corrió los 110 metros
vallas en menos de 13 segundos (12,94).
Al cuello, la cruz con
ancla
Orlando Ortega
expresa su fe en Cristo con su gestualidad cuando sale a la pista y así se ha
podido ver en Brasil: a menudo se santigua antes de correr, y cuando logra un
éxito señala con el dedo al Cielo ofreciendo su triunfo a Dios.
Una hora
después de la carrera en la que consiguió la plata, se podía ver en su cuello
una crucecita con forma de ancla, la llamada cruz anclada. Se trata de una
medalla dorada con un timón, un ancla y un Cristo, que siempre lleva encima.
“Confío
mucho en Dios por la fuerza y el apoyo que me ha brindado. Pegado a esta
medalla está el nombre de mi abuela; gracias a ella he logrado esto. Siempre le
pido antes de salir a mi abuela y a Dios que me acompañen”, explicó a la prensa
deportiva.
Dar gracias a
Dios en los éxitos
Cuando le
preguntan qué sintió al llegar a una final olímpica, Orlando respondió que
gracias a Dios pudo superar los nervios. "Era estar en una segunda final
olímpica consecutiva y sabía todo lo que me estaba jugando. Tenía mucho miedo,
pero gracias a Dios pude lograrlo", expresó.
En plena
euforia del hispano-cubano que buscó una vida mejor en España se palpaban los
“tres años muy difíciles, muy tensos, la mucha presión pero gracias a Dios
logré poner el nombre de España y el mío bien alto: estoy bien orgulloso de la
persona que soy y todo lo que he luchado”.
"Sabía que
iba a ser una final muy difícil, muy dura, tuve mucha presión y mucha tensión
en la semifinal. Pero a la final decidí que iba a salir a relajarme y a
divertirme, a disfrutarla y que fuera lo que Dios quisiera. Y gracias a Él
salió. A pesar de la salida, como siempre me pasa, que fue mala. Entonces sabía
que tenía que remontar en la última parte, pero es lo normal porque siempre
tengo fuerte el final", continuó Orlando.
Más
agradecimientos
"Las
gracias a Dios, la enseñanza de mi abuela que me ha dado la oportunidad de
conocer y comenzar a practicar este deporte tan bello. Quiero poner el nombre
del atletismo español bien alto. Quiero ayudar a que el atletismo español
crezca", dijo Orlando Ortega en una entrevista para AS.
"Soñé con
este momento muchas veces, gracias a España por darme la oportunidad, a la
Federación, a mi club, al pueblo de Ontinyent, a mi familia, a mi mujer, a mi
padre, a mi entrenador, a Dios, a mi abuela por hacerme la persona que soy y a
mi madre".
Así confirmaba
los sentimientos que expresó al llegar a Brasil, cuando confesó a los
periodistas: "Habrá que correr duro para llegar a la final... con la ayuda
de Dios". Y así fue.
Fuente: ReL