13.10.17

15 CONSEJOS ÚTILES CUANDO SALES CON UNA PERSONA QUE NO TIENE FE

No queremos proponerte soluciones, pero sí algunas sugerencias


Sin duda, todos aquellos que siendo jóvenes católicos profundamente comprometidos y que han discernido su vocación al matrimonio, se han preguntado: ¿y de dónde voy a sacar novio… uno bueno, como Dios manda? 

Si aún no logras responder a la pregunta de ¿a qué vocación me llama Dios? te compartimos estas ideas que te va a ayudar bastante, o ayudará a aquellos jóvenes que tienes cerca tuyo a encontrar su vocación.  Y si aún ni siquiera has pensado en la pregunta, entonces este otro artículo, te va a dar algunas ideas para dar los primeros pasos para acercarte al discernimiento de la vocación. 

Pero este artículo es para aquellos que la tienen más o menos clara, sobre todo para las chicas, que la tienen mucho más difícil que los varones, pues pareciera ser que para ellas, el tema de encontrar al «chico ideal» es mucho más relevante y complejo. Para los muchachos que tienen una fe profunda, comprometida y hacen apostolado, parece que no es tan trabajoso discernir o buscar una novia adecuada. Para las chicas en cambio, es toda una odisea, pues no solo tiene que ser atractivo para ellas y compartir los gustos, sino que tiene que respetar su fe (y ojalá vivirla), comprender las cosas de la Iglesia y el apostolado (como irse de retiro o misiones) y sobre todo, aceptar y querer la forma en que los cristianos vivimos el noviazgo, con todas las implicancias morales y afectivas que eso significa.

Para ellas y ellos, el ámbito de acción y búsqueda, pareciera ser que queda reducido únicamente a los otros jóvenes que integran los grupos de iglesia y encontrar al adecuado entre tan pocos, es una árdua tarea. Junto con eso, en sus ambientes laborales y universitarios, conocen a chicos y chicas sumamente interesantes y atractivos, que seguramente les mueven el piso, pero de plano los descartan porque no comparten su fe y sus valores. Entonces, dado lo complejo del asunto, no queremos proponerte soluciones, pero sí algunas sugerencias para enfrentar la situación: te has enamorado y quieres estar en pareja (o ya lo estás) con alguien no católico y quieres vivir bien la experiencia, deseas cuidar y seguir viviendo tu fe y cuidar tu integridad espiritual, pero al mismo tiempo no perder a la persona de la que te has enamorado.

Es por eso que te ofrecemos esta galería con algunas ideas, pero probablemente, tú que has vivido esta experiencia tendrás mucho que aportar, por lo que te invitamos a dejar tus sugerencias y consejos en los comentarios, para que otros jóvenes puedan alimentarse con tu testimonio.

No tengas miedo, pero primero sean amigos

No te niegues. Si no es cristiano o católico, no le cierres la puerta en la cara solo por el hecho de no serlo. Dios llama a todos, no solo a los católicos y si bien lo ideal es que tu pareja sea alguien que comparte tu fe eso no excluye que en el proceso puedan encontrar a Dios juntos, tu propia vida puede hacer mucho apostolado sin proponérselo. A veces nos llenamos de prejuicios y no vemos verdaderamente a quién tenemos al frente.

Muéstrale tu mundo sin temor

Muéstrale tu mundo e invítalo a que te acompañe a alguna actividad de las que tu frecuentas como ir a misa, a una obra social o un voluntariado. No te avergüences de lo que acostumbras hacer. Que conozca tus gustos e intereses es importante, pues la idea no es de renuncies a todo por él, sino que puedan vivir juntos estos espacios de servicio y de fe. De eso se trata la amistad, base para cualquier relación.

Busca puntos de encuentro

Si se gustan y piensas que podrían tener algo serio, lo primero que debes encontrar son lugares comunes, cosas que a ambos les hagan sentir cómodos: puntos de encuentro.
Si les gusta cantar, hacer deporte, ir a cine, el teatro, la literatura... disfruta de esos momentos y foméntalos. Comparte con esta persona esas aficiones y poco a poco introduce tu vida espiritual en ella.

Si les gusta el cine, Catholic-link tiene una sección llama "Película Recomendada" en donde presentamos películas populares y proponemos una mirada espiritual sobre ellas, seguro muchas de estas películas las pueden ver juntos y comentarlas luego.

Tu vida íntima es un tema a tratar más tarde

Uno no anda por la vida diciendo: "Hola, soy Josefina e hice una promesa de castidad, que gusto conocerte".

La vida íntima es eso: íntima. No tienes que ir pregonando si has hecho una promesa de castidad o si eres virgen o no… esas cosas necesitan tiempo y mucho conocimiento para ir hablándolas. A medida que la relación crezca se presentará el momento prudente para hablar del tema.

Ten claro qué buscas y hasta dónde estás dispuesto a tranzar

Amar al estilo de Jesús implica la entrega, la renuncia a uno mismo y el dar todo los demás, pero hay límites. Tus valores y convicciones no son ideas democráticas que cambian según lo que opine la mayoría. Tu tienes claro lo que quieres, tus límites y tus preferencias.

Es importante que tu novio o pareja lo tenga claro pero sobre todo que tú sepas hasta donde estás dispuesta a renunciar y entregar, sobre todo en aquellos momentos de prueba en donde tú misma te vas a cuestionar si es buena idea tener límites.

No tengas miedo a decir que no

Muchas chicas se sienten presionadas e incluso manipuladas a no decir que no por temor a perder a quien quieren. Es triste ver como hacen y permiten cosas con las que no están de acuerdo.

No tengas miedo a decir que no. Permitir algo pequeño hoy, en medio de una relación que tu esperas que sea a largo plazo o incluso tu matrimonio, es la puerta de acceso para que luego no puedas detener aquellas cosas con las que no estás de acuerdo.

Ábrete a conocer su mundo... pero toma precauciones

Por el solo hecho de que no sea cristiano o que no haya tenido una educación religiosa no lo hace mala persona. Hay mucha gente en el mundo que es mucho mejor persona que nosotros los católicos y nunca ha pisado una parroquia. Ábrete a conocer su mundo, sus actividades, sus amigos y demás actividades sociales. Eso que te gusta de él o de ella se ha ido construyendo en esos espacios y es importante que los conozcas y te familiarices, pero guarda algunas precauciones, recuerda que has establecido límites.

Conoce a su familia y amigos

Es creencia popular que hay que impresionar a los suegros, que las suegras son las peores del mundo con las nueras y que los suegros son de temer con los yernos. Que los hermanos se pondrán celosos si sus hermanas salen con otros tipos. Vence ese temor, conoce a su familia, descubre quienes son sus amigos. Esas son sus personas, las que ocupan espacios importantes en su corazón y que, si proyectan una vida juntos, ocuparán un espacio también en el tuyo. No tengas una relación al margen de la familia. Eso te dará una idea más profunda de sus valores, creencias y convicciones.

Toma decisiones

Dios nos ha regalado la libertad para que hagamos buen uso de ella. En esa libertad, tomamos decisiones. Tú debes tomarlas de vez en cuando y cuando estás en una relación, aunque no siempre es fácil, es necesario que las tomes. Avanzar en una relación, abrir más el corazón, proyectar la vida juntos es una decisión importante y debes abrirte a ella.
Mirar objetivamente tu relación y ver que no va a ningún lado, por lo tanto lo mejor es terminarla, implica una decisión también.
Sea lo que sea que esté pasando, decide algo, no dejes que las cosas avancen por inercia.

Nunca descuides tu vida espiritual

San Pablo habla del "yugo desigual" (2 Corintios 6, 4), proponiendo derechamente que no hagamos vida de pareja con gente que no comparte nuestra fe. La idea del yugo desigual es porque los bueyes, son animales criados juntos, por lo tanto ambos tienen la misma fuerza. Si unes a bueyes de dos yugos diferentes, uno tendrá mas fuerza que el otro y la consecuencia es que darán vueltas en círculos en vez de avanzar.

Seguro has estado en el borde una piscina intentando sacar a uno que está en el agua. Es más fácil que quien está en el agua te arrastre a ella a que tu saques a la superficie al sumergido. En la vida espiritual pasa lo mismo.
No descuides los Sacramentos. A veces hacemos panoramas juntos que dejan fuera la vida de la fe, organizamos actividades los domingos que dejan fuera a la Eucaristía, te acuestas tan cansado que no te da tiempo para rezar. Una relación sana te lleva a Dios, no te aleja de Él.

Si tienes caídas, levántate

Porfiadamente, una y otra vez. No permitas que las caídas de desanimen, es parte del proceso el ir a tropezones en algunas ocasiones.
El problema no es caer, sino que te encariñes con la piedra.

Hazle apostolado

Lo más importante: busca con tu propia vida y con tu experiencia de fe ser luz para tu pareja, para que el o ella, también puedan encontrar a Dios a quien tanto amas

Busca apoyo

No se trata de salir corriendo con tus amigas y amigos para contarles como estuvo cada cita, sino que tener alguien maduro con quien hablar de estas cosas, sobre todo porque el tema más difícil significa cuidar tu fe. No es simplemente desahogarte, hablar de la vida y de tus problemas amorosos, por lo que es súper recomendable buscar personas maduras en la fe y preparadas para que puedan darte consejería, dirección o acompañamiento espiritual. No vivas estas batallas solo.

Proponte vivir en castidad pero como pareja, no tu solo

Está muy bien que tengas claro que Dios te llama a una vida de pureza y castidad, pero si estás en una relación y crees que esto se proyecta a largo plazo, es bueno que poco a poco vayas tocando el tema.

No se trata de que acepte tus valores y convicciones morales, sino que juntos puedan vivir esto y crecer en santidad. Seguro será un tiempo de prueba, pero al mismo tiempo de profunda comunión y crecimiento como pareja. Esta es una instancia clave al momento de construir una relación, sobre todo con alguien no católico. Está claro que es un tema que los dos quieran vivir, sino es casi imposible.

Háganse las preguntas importantes

De las cosas que hacen dudar si una relación con alguien no católico es algo correcto o no, es si hay viabilidad y sustentabilidad en el tiempo. No es solo el tema del sexo prematrimonial. Hay cuestiones de fondo que hay que ir conversando en la medida que la relación se va poniendo más seria. Debes buscar espacios para que juntos puedan responder cosas como:"¿Queremos hijos? ¿Cuántos? o ir a los cimientos de la relación y cuestionarse: "¿Por qué me amas?".

Por: Sebastián Campos

Fuente: Catholic-link.com 
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