Hay personas que permiten
que el diablo entre en ellas, porque “no se metería con nosotros si no le
abriéramos puertas”
El
exorcista mexicano de 80 años, P. Francisco López Sedano, aseguró en una
entrevista haber realizado por lo menos 6 mil exorcismos durante 40 años de
servicio y que el mismo demonio le tiene miedo.
Sobre
el hecho de que el diablo le teme, el sacerdote explicó al diario Hoy Los Ángeles que cuando le
habla a través de personas poseídas él responde: “no soy nadie, pero vengo de
parte de Cristo, tu Dios y Señor y te largas ahora mismo, te mando en
nombre de Él que te vayas, ¡fuera!”.
El
P. López es el coordinador nacional emérito de exorcistas de la Arquidiócesis
de México y pertenece a la orden de los Misioneros del Espíritu Santo.
Actualmente sigue ejerciendo su ministerio en la Parroquia de la Santa Cruz en
Ciudad de México.
Durante
la entrevista el presbítero resaltó 4 cosas que aprendió durante sus años de
exorcista.
1. El demonio es una
persona y no una cosa
El
sacerdote dijo que cuando se habla con el demonio “no se habla con una cosa, se
habla con una persona”, puesto que Jesús se le enfrentó muchas veces y habló
con él.
Advirtió
que lo más le gusta al maligno “es separarnos de Dios, meternos miedo,
amenazarnos, tenernos temblando”, “nos mete flojera, cansancio, sueño, desconfianza,
desesperación, odio; todo lo negativo”.
2. El demonio entra en las
personas porque se lo permiten
El
P. López puso énfasis en que hay personas que permiten que el diablo entre en
ellas, porque “no se metería con nosotros si no le abriéramos puertas”.
“Por
eso Dios prohíbe practicar magia, superstición, brujería, hechicería,
adivinación, consulta a muertos y espíritus y astrología. Esos son los siete
terrenos de la mentira y el engaño”.
“Que
los astros influyan en nuestra vida es la mentira más grande. ¡Están a
millonadas de kilómetros! Son cuerpos formados por metales y gases, ¿cómo van a
influir en nosotros? Lo mismo pasa con la magia, que es atribuir a las cosas un
poder que no tienen. Cargar una herradura porque me va a dar buena suerte, es
mentira”, aseveró.
3. Los poseídos tienen
comportamientos específicos
Para
identificar a una persona poseída, el P. López dijo que se observa en el poseso
que en ocasiones “empieza a gritar, a ladrar como perro, a vociferar o a
retorcerse y a andar como culebras en el piso. Son mil formas”.
También
puede ocurrir que “oye voces, siente odio o rechazo por Dios, antes creía y
ahora patea la Biblia. Es gente que tiene un dolor de espalda terrible, pero
los médicos dicen que está perfectamente bien:”.
“Los
daños de Satanás están fuera del orden médico clínico. Gente que vive con una
diarrea permanente y con nada se le quita; gente que tiene dolor de ojos y los
oftalmólogos no les encuentran nada. Son daños que la ciencia no detecta”.
4. El exorcismo es un
mandato divino
Respecto
a su designación como exorcista hace ya varias décadas, afirmó que fue “por
necesidad” después de ver “casos muy serios y dolorosos”.
“Un
compañero sacerdote que estaba metido en eso me hizo ver que combatir al
Maligno era una obligación. Me dijo: ‘tienes que meterte en esto por mandato
del Señor’. Los tres mandatos son llevar la palabra de Dios, sanar enfermos y
echar demonios. Los tres están vigentes en la iglesia”.
En
una ocasión, cuenta que un muchacho de unos 18 años empujó cinco bancas
bastante grandes y pesadas “que ni 10 personas lo habrían logrado”.
“Tenía
una fuerza terrible. Lo tuvimos que agarrar entre tres para practicarle el
exorcismo. Habiendo presencia del Otro, ya se explica cualquier cosa. Que
puedan subirse por las paredes, sí; y volar también”.
Fuente:
ACI Prensa