El Papa Francisco dio
inicio a la jornada “24 horas para el Señor” con una liturgia penitencial en la
que confesó a varios fieles en la Basílica de San Pedro
Por
quinto año consecutivo, el Pontífice presidió esta celebración a la que
asistieron miles de fieles y que comenzó con una procesión. Después continuó
con la Liturgia de la Palabra. A continuación, el Pontífice dio inicio al
Sacramento de la Reconciliación. Primero se confesó él mismo como un simple
penitente y después confesó a los fieles.
En
la breve homilía que pronunció, señaló que “el amor de Dios es siempre más
grande de lo que podemos imaginar, y se extiende incluso más allá de cualquier
pecado que nuestra conciencia pueda reprocharnos”.
“Es
un amor que no conoce límites ni fronteras; no tiene esos obstáculos que
nosotros, por el contrario, solemos poner a una persona, por temor a que nos
quite nuestra libertad”, añadió.
Además,
explicó que “sabemos que la condición de pecado tiene como consecuencia el
alejamiento de Dios” y “de hecho, el pecado es una de las maneras con que
nosotros nos alejamos de Él. Pero esto no significa que él se aleje de
nosotros”.
“La
condición de debilidad y confusión en la que el pecado nos sitúa, constituye
una razón más para que Dios permanezca cerca de nosotros”, dijo también.
La
iniciativa “24 horas para el Señor” se celebrará durante todo el día de hoy y
el sábado 10, y en cada diócesis al menos una iglesia permanecerá abierta para
permitir a los fieles la oración de adoración y la confesión sacramental.
En
su mensaje titulado “Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría”,
el Papa invitó a los católicos a “emprender con celo el camino de la Cuaresma,
sostenidos por la limosna, el ayuno y la oración”.
“Si
en muchos corazones a veces da la impresión de que la caridad se ha apagado, en
el corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para
que podamos empezar a amar de nuevo”.
En
ese sentido, aseguró que una “ocasión propicia” para ello “será la iniciativa
‘24 horas para el Señor’, que este año nos invita nuevamente a celebrar el
Sacramento de la Reconciliación en un contexto de adoración eucarística”.
Fuente:
ACI Prensa