“El amor era palpable y se sentía incluso como si
esta enorme catedral apenas pudiera contenerlo”
Era una noche cálida atípica para la
época. Los voluntarios paraban a personas al azar en una acera de la ciudad de
Nueva York, ofreciéndoles velas e invitándoles a entrar a la catedral de San
Patricio para la NightFever, un programa evangelizador que empezó en la Jornada
Mundial de la Juventud de 2005.
Desde el comienzo de
NightFever —una iniciativa con vistas a llegar a quienes se han alejado de su
fe y/o de la Iglesia—, los voluntarios han recreado esta noche de oración,
música y reconciliación más de 3.000 veces en más de 80 ciudades de todo el
mundo.
“Creo que la
religión puede intimidar a muchas personas, pero esta noche… no era sobre
religión”, afirma Alma Rivera. “Había tantas personas rezando y
esperando para hablar con algún sacerdote (de los que estaban estacionados por
todas partes para hablar con todo el que quisiera) que transmitía una sensación
de seguridad para vivir la experiencia. Muchas personas se conmovieron tanto
por la experiencia que lloraban abiertamente, incluida yo misma. El amor era
palpable y se sentía incluso como si esta enorme catedral apenas pudiera
contenerlo”.
Los Frailes Franciscanos de la
Renovación, una orden religiosa con base en la ciudad de Nueva York,
organizaron el evento que se muestra en el corto premiado de más abajo. Este
montaje, creado por Thing in a Pot Productions, incluye la canción The Little One, de Alyssa Pintar-Breen, y
ganó el premio al mejor vídeo musical en The Goodness Reigns Film Fest en 2016.
La película abre con imágenes
de voluntarios ofreciendo invitaciones a viandantes. Suena una balada suave
mientras aparece un mensaje sobre las escenas: “En la ciudad que nunca duerme, todo
corazón necesita luz”.
Los voluntarios reciben una
gran variedad de respuestas; algunas invitaciones se aceptan con abrazos
entusiastas, mientras que otras son rechazadas con poco más que una mirada.
Luego, la película se adentra en la iglesia, donde innumerables velas son la
única fuente de iluminación de la catedral; hay monjes en sotana tocando la
guitarra; la Sagrada Eucaristía se expone para adoración; los peregrinos, en
vaqueros (muchos tenían otros planes para esa noche), se arrodillan en oración.
Para saber más sobre NightFever,
visita:
Sarah Johnson
Fuente:
Aleteia