El
Santo Padre también hizo una advertencia sobre el peligro de la mundanidad en
las celebraciones de los sacramentos o en las iglesias
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| El Papa Francisco en la capilla de la Casa Santa Marta. Foto: Vatican Media |
En
la Misa que presidió este viernes en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa
Francisco respondió a la pregunta sobre si los sacramentos se pagan y explicó
que los fieles tienen el deber de mantener a la Iglesia pero no “con una lista
de precios”.
Reflexionando
en el pasaje del Evangelio de San Juan en el que Jesús expulsa a los mercaderes
del templo, el Santo Padre dijo que en la mente de esos vendedores “está el
ídolo del dinero y los ídolos siempre son de oro. Y los ídolos esclavizan”.
“Esto
nos llama la atención y nos hace pensar en cómo tratamos nuestros templos,
nuestras iglesias. Si realmente son casa de Dios, casa de oración, de encuentro
con el Señor, si los sacerdotes favorecen eso, o si se parecen a los mercados”,
dijo el Papa.
“A
veces he visto –no aquí en Roma sino en otra parte– he visto una lista de
precios. ‘Pero, ¿Cómo, los sacramentos se pagan?’. ‘No, es una ofrenda’. Pero
si quieren dar una ofrenda –que la deben dar– que la pongan en la cesta de las
ofrendas, escondido, que nadie vea cuánto dan. También hoy hay este peligro.
‘Pero debemos mantener la Iglesia’. Sí, sí, es cierto. Que la mantengan
los fieles, pero en la cesta de las ofrendas, no con una lista de precios”,
señaló el Santo Padre según informa Vatican News.
El
Santo Padre también hizo una advertencia sobre el peligro de la mundanidad en
las celebraciones de los sacramentos o en las iglesias.
“Pensemos
en algunas celebraciones de cualquier sacramento tal vez, o conmemoraciones
donde tú vas y ves: no sabes si es un lugar de culto la casa de Dios o un salón
social. Algunas celebraciones se aproximan a la mundanidad”, destacó el
Pontífice.
“Es
cierto que las celebraciones deben ser bellas pero no mundanas, porque la
mundanidad depende del dios dinero. Es una idolatría. Esto nos hace pensar, y
también a nosotros: cómo es nuestro celo por nuestras iglesias, el respeto que
tenemos allí cuando entramos”.
El
Papa también reflexionó sobre la primera lectura de San Pablo a los corintios,
precisando que el corazón de cada uno es “un templo: el templo de Dios”. Así
cada uno debe preguntarse en el corazón “si es mundano e idólatra”.
“No
pregunto cuál es tu pecado o mi pecado. Pregunto si dentro de ti hay un ídolo,
si está el señor dinero. Porque cuando está el pecado, está el Señor Dios
misericordioso que perdona si vas con Él. Pero si está el otro señor –el dios
dinero– tú eres un idólatra, es decir un corrupto: no ya un pecador, sino un
corrupto".
"El
núcleo de la corrupción es justamente una idolatría: es haber vendido el alma
al dios dinero, al dios poder. Así se es un idólatra”, concluyó el Pontífice
Fuente:
ACI Prensa






