Vuelo de Madagascar a
Italia
![]() |
Francisco con
Matteo Bruni, Director de la oficina de prensa © Vatican Media
|
“En
primer lugar, la crítica siempre ayuda, siempre. Cuando uno recibe una crítica
inmediatamente tiene que hacer autocrítica y decir: ¿es eso cierto o no? ¿Hasta
qué punto? La crítica siempre me beneficia”, explicó el Santo Padre a los
periodistas en el vuelo de regreso de África, el pasado martes, 10 de
septiembre de 2019.
El
periodista Jason Drew Horowitz, de New York Times, cuestionó al Papa Francisco
por las críticas procedentes de un sector de la Iglesia Americana: “¿Hay
algo que estos críticos no entiendan de su pontificado? ¿Hay algo que haya
aprendido de las críticas? ¿Tiene miedo de un cisma en la Iglesia Americana? Y
si es así, ¿hay algo que pueda hacer, un diálogo, para evitarlo?”.
El
Pontífice argentino respondió que las críticas no provienen sólo de los
norteamericanos, sino que están en todas partes, incluso en la Curia. “Al menos
los que te lo dicen tienen la ventaja de la honestidad para decírtelo. No me
gusta cuando las críticas están debajo de la mesa: te hacen sonreír mostrando
los dientes y luego te meten el puñal por detrás. Eso no es justo, no es
humano”, indicó.
“La
crítica es un componente fundamental, y si su crítica no es correcta, usted
está preparado para recibir la respuesta y hacer un diálogo y llegar al punto
correcto. Esta es la dinámica de la verdadera crítica”, matizó el Papa.
“Frente
al caso del Papa: No me gusta esto del Papa, lo critico, hablo, hago un
artículo y le pido que responda, es justo. Hacer una crítica sin querer
escuchar la respuesta y sin hacer el diálogo no es amar a la Iglesia, es ir
detrás de una idea fija, cambiar al Papa, o hacer un cisma. Esto, está claro:
siempre una crítica leal es bien recibida, al menos por mí”, señaló.
Posibilidad de un cisma
Sobre
la posibilidad de un cisma en la Iglesia, Francisco expuso: “En la Iglesia ha
habido muchos cismas. Después del Vaticano I, por ejemplo, la última votación,
la de la infalibilidad, un grupo simpático abandonó y fundó los antiguos
católicos para ser realmente “honestos” con la tradición de la Iglesia. Luego
encontraron un desarrollo diferente y ahora hacen las ordenaciones de mujeres.
Pero en ese momento eran rígidos, se pusieron detrás de una ortodoxia y
pensaron que el Consejo estaba equivocado. Otro grupo se fue en silencio, pero no
quiso votar… El Vaticano II tuvo estas cosas entre las consecuencias. Quizás el
más conocido de los desprendimientos postconciliares es el de Lefebvre. Siempre
existe la opción cismática en la Iglesia, siempre. Pero es una de las opciones
que el Señor deja a la libertad humana”.
“No
le temo a los cismas, rezo para que no existan, porque está en juego la salud
espiritual de mucha gente. Que haya diálogo, que haya corrección si hay algún
error, pero el camino del cisma no es cristiano”.
“El
pueblo de Dios siempre se adapta y ayuda. Un cisma es siempre un desapego
elitista provocado por una ideología desprendida de la doctrina. Es una
ideología, quizás justa, pero que entra en la doctrina y la separa… Por eso
rezo para que no haya cismas, pero no tengo miedo. Este es un resultado del
Vaticano II, no de este o aquel Papa”.
“Por
ejemplo, las cosas sociales que digo son las mismas que las de Juan Pablo II,
¡las mismas! Lo copio. Pero dicen: el Papa es comunista… Las ideologías entran
en la doctrina y cuando la doctrina se desliza en las ideologías, existe la
posibilidad de un cisma. Está la ideología de la primacía de la moral aséptica
sobre la moral del pueblo de Dios. Los pastores deben guiar al rebaño entre la
gracia y el pecado, porque la moralidad evangélica es ésta. En cambio, una
moral de tal ideología pelágica te lleva a la rigidez, y hoy tenemos muchas
escuelas de rigidez dentro de la Iglesia, que no son cismas sino caminos
cristianos pseudo-esquemáticos, que terminarán mal. Cuando se ven cristianos,
obispos, sacerdotes rígidos, detrás de ellos hay problemas, no hay santidad del
Evangelio. Por eso debemos ser mansos con las personas que son tentadas por
estos ataques, están pasando por un problema, debemos acompañarlos con
mansedumbre”.
Rosa
Die Alcolea
Fuente:
Zenit