Ayer
comenzaron las celebraciones
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El Papa Francisco escribe una carta. Archivo Zenit |
“En
la escena internacional, llena de conflictos, Roma podría ser una ciudad de
encuentro” escribe el Papa Francisco en un mensaje dirigido a todos los
habitantes de Roma, con motivo de los 150 años de su proclamación como capital
de Italia.
El
texto escrito por el Santo Padre ha sido leído este mediodía, 3 de febrero de
2020, por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en la Ópera de
Roma, coincidiendo con la apertura de las celebraciones por el aniversario de
la ciudad, que culminarán en 2021.
El
programa de eventos dura un año y se cierra el 3 de febrero de 2021, en el
cumplimiento del aniversario (3 de febrero de 1871), informa Vatican News.
En su misiva, el Papa recuerda históricos momentos de la vida de la ciudad que
acogiera, entre otros, el evento del Concilio Vaticano II, entre 1962 y 1965.
En
aquel entonces Roma, escribe el Pontífice, “brilló como un espacio universal,
católico y ecuménico. Se convirtió en una ciudad universal de diálogo ecuménico
e interreligioso, de paz. Se vio lo mucho que la ciudad significa para la
Iglesia y para el mundo entero”. Así, Francisco recuerda que “Roma habla al
mundo de hermandad, armonía y paz”, decía Pablo VI, y señala: “Con tales
sentimientos y esperanzas, formulo fervientes deseos para el futuro de la
ciudad y sus habitantes”.
“La
proclamación de Roma como capital fue un evento providencial, que luego causó
polémicas y problemas. Pero Roma, Italia, y la misma Iglesia cambiaron: una
nueva historia estaba comenzando”, escribe Francisco en el mensaje.
El
Papa hace presente que “en 150 años, Roma ha crecido y cambiado tanto”: de un
entorno humano homogéneo –cita a san Juan Pablo II– a una comunidad
multiétnica, en la que conviven, junto a la católica, visiones de la vida
inspiradas por otras creencias religiosas y también por concepciones no
religiosas de la existencia.
Ocupación nazi
Asimismo,
el Papa ha hecho referencia a los nueve meses de ocupación nazi de la ciudad,
entre 1943 y 1944: “De esos tiempos difíciles, sacamos ante todo la lección de
la imperecedera fraternidad entre la Iglesia Católica y la Comunidad Judía, que
reafirmé en mi visita al Templo Mayor de Roma. También estamos convencidos, con
humildad, de que la Iglesia representa un recurso de humanidad en la ciudad. Y
los católicos están llamados a vivir la vida de Roma con pasión y
responsabilidad, especialmente sus aspectos más dolorosos”.
Al
final de su mensaje, Francisco afirma que Roma vivirá su vocación universal
“sólo si se convierte cada vez más en una ciudad fraternal”, y señala la
necesidad de unirse “alrededor de una visión de una ciudad fraternal y
universal, que es un sueño propuesto a las generaciones más jóvenes”.
Rosa
Die Alcolea
Fuente:
Zenit