![]() |
| Cappuccine33.it |
Se dedicó mucho a su familia y su hogar. Tenía
siempre tan presentes los valores cristianos, que era casi imposible que no
reinase la paz, en un ambiente donde no solo había armonía de corazones sino
también comodidad económica.
Pero un día esa paz y felicidad fue interrumpida
en un modo inesperado. Una de las sirvientas de
casa que no toleraba los tantos reproches de su “patrona”, debido a que muchas
veces no se comportaba correctamente, decidió ahogar su resentimiento
envenenado a Lorenza colocando veneno en su taza.
La pobre dama sintió de inmediato dolores atroces
y convulsiones, los médicos consiguieron salvarle la vida, pero
lamentablemente quedó paralizada, necesitando muchos cuidados.
María estaba indecisa sobre acompañar a su esposo,
debido a su estado. Al final decidió acompañarlo con toda la familia. Solo 3
años después tuvo que enfrentar otro gran dolor: la pérdida de su marido.
Motivada por misteriosos presentimientos, María
decidió visitar la Casa de Loreto. Allí delante de la Virgen escuchó con
devoción la misa.
La lectura del Evangelio aquel día era la del
paralítico. Cuando
el sacerdote pronunció las palabras: “levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa”, Maria Longo sintió de una mano que pasaba por sus piernas.
Sintió una necesidad
irresistible de levantarse, moverse, caminar para actuar como una persona sana y como no lo había
hecho en muchos años.
Luego se abandonó a un grito muy
intenso, agradeciendo a Dios y a la Virgen por la
misericordia que en ella se ejercía.
Allí mismo en Loreto decidió vestir el hábito de
la tercera orden franciscana para expresar su firme intención de una vida de
mayor intensidad espiritual de una manera aún más tangible.
Volviendo a
Nápoles, se dedicó inmediatamente a las obras de caridad, sobre todo a asistir a los
enfermos del hospital San Nicola.
En 1519, bajo la inspiración del notario genovés
Ettore Vernazza, construyó el Hospital de Santa
Maria del Popolo, conocido como hospital de “los incurables”.
Prestaba asistencia a los pobres enfermos
afectados por el llamado “mal Francés” o lue venérea, que eran abandonados a su
propio dolor desfigurados y mutilados como leprosos.
En la primera década del 1500, la prostitución
había aumentado de manera muy sensible en Nápoles y esto provocaba un alto
grado de indecencia en la sociedad.
Madre Lorenza decidió también dedicarse a ellas,
construyendo una casa para prostitutas arrepentidas junto
al complejo hospitalario: el “Monasterio de las Arrepentidas”. Esto fue en el
1526.
Pero su gran corazón abierto a la caridad no tenía
fin. En 1530 recibe a los frailes capuchinos y construye para ellos el convento
de Sant’Eframo Vecchio. En 1533 recibe a san Cayetano, quien se convierte en su
director espiritual.
En 1535 funda bajo la guía de san Cayetano una
orden con el nombre de «Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco según la regla
de Santa Clara».
El 10 de diciembre de 1538, el papa Pablo III
confirma la erección de la nueva hermandad de mujeres bajo el gobierno
de santa Clara «observata strictissime».
La cantidad de monjas que debían pertenecer a la
orden fue de 33, por lo que el monasterio siempre se ha llamado «de las 33 «.
María muere en el año 1542. Su reforma
capuchina femenina se expandió por toda Italia, España y
Francia hasta llegar al nuevo mundo, con fundaciones en Centro y Sudamérica.
Maria Paola Daud
Fuente: cappuccine33.it






