Primer viaje internacional tras la pandemia
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© L'Osservatore Romano |
El director de la Oficina
de Prensa de la Santa Sede, indicó también que el Santo Padre “visitará
Bagdad, la llanura de Ur, ligada a la memoria de Abraham, la ciudad de Erbil,
así como Mosul y Qaraqosh en la llanura de Nínive”
“El programa del viaje se dará a
conocer a su debido tiempo y tendrá en cuenta la evolución de la emergencia
sanitaria mundial”, finaliza la nota.
Primer viaje en quince meses
Este será el primer viaje del
Pontífice después de quince meses en los que las peregrinaciones
internacionales han sido suspendidas debido a la emergencia sanitaria provocada
por la pandemia de coronavirus.
Francisco manifestó claramente
su intención de visitar Irak el 10 de junio de 2019, durante
la audiencia con los participantes en la Reunión de las
Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO): “Un pensamiento insistente me
acompaña pensando en Iraq para que pueda mirar adelante a través de la
pacífica y compartida participación en la construcción del bien común de todos
los componentes también religiosos de la sociedad y recaiga en tensiones que provienen
de los jamás aplacados conflictos de las potencias regionales”.
Visita del presidente al Vaticano
El pasado 25 de enero el Papa
recibió en audiencia a Barham Salih, presidente de la República de Irak, quien
también se encontró con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y
Mons. Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.
Durante el encuentro, “se habló
de los retos que actualmente enfrenta el país y de la importancia de favorecer
la estabilidad y el proceso de reconstrucción, alentando la vía del diálogo y
la búsqueda de soluciones adecuadas en favor de los ciudadanos y en el respeto
de la soberanía nacional”, informó la Santa Sede
Igualmente, se trató la
importancia “de preservar la presencia histórica de los cristianos en el país,
del que son parte integrante, y su significativa contribución a la
reconstrucción del tejido social, evidenciando la necesidad de garantizarles
seguridad y un lugar en el futuro de Irak”.
Por último, “se analizaron los
diferentes conflictos y las graves crisis humanitarias que afligen a la región,
subrayando la importancia de los esfuerzos realizados con el apoyo de la
comunidad internacional para restablecer la confianza y la coexistencia
pacífica”.
Situación de los cristianos
De acuerdo a Vatican News,
antes del 2003, año del conflicto que llevó a la caída de Saddam Hussein, los
cristianos eran alrededor de 1 a 1,4 millones. Asimismo, la guerra y la
ocupación de la Llanura de Nínive por el autodenominado Estado Islámico, entre 2014
y 2017, los redujo a unos 300-400 mil.
Un informe de Ayuda a la Iglesia
Necesitada del pasado mes de julio advierte que, si la comunidad internacional
no toma medidas inmediatas, la emigración forzada podría reducir la población
cristiana en la región en cuatro años a un 80% menos de la que había antes de
la invasión del DAESH. Esto haría que la comunidad cristiana pasara de la
categoría de “vulnerable” a la categoría crítica de “en peligro de extinción”.
El presidente Salih ha resaltado
el valor de los cristianos y su papel en la construcción de la nación.
Igualmente, el primer ministro, Mustafá Al-Kazemi, ha invitado a los cristianos que huyeron de Irak a
causa de la violencia a volver para contribuir a la reconstrucción.
Un viaje deseado por Juan Pablo
II
La visita a Irak, en la llanura
de Ur de los Caldeos, iba ser la primera etapa de la peregrinación jubilar de
Juan Pablo II para el año 2000. Este periplo del papa polaco había sido
programado del 1 al 3 de diciembre de 1999.
No obstante, este programa no se
cumplió porque Saddam Hussein, después de negociaciones que duraron varios
meses, decidió posponerlo. Veinte años después, el deseo de Juan Pablo II se
hace realidad para su segundo sucesor.
Larissa I. López
Fuente: Zenit