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Eucaristía por las víctimas del Covid-19 en la Sede de la Conferencia Episcopal Española |
En
su homilía, el presidente de la CEE y arzobispo de Barcelona recordó que los
pastores de la Iglesia en España «no hemos sido ajenos al dolor de nuestros
conciudadanos por la pérdida de tanta gente víctima de la COVID-19».
El
purpurado quiso dedicar una mención especial a los mayores, un colectivo
especialmente golpeado por la pandemia, a los que mostró su reconocimiento:
«Han entregado su vida por hacer una sociedad más próspera. Damos gracias a
Dios porque su vida ha sido un regalo para todos nosotros. Ojalá sepamos
agradecérselo. Que Dios bendiga a nuestros hermanos mayores».
Del
mismo modo destacó la labor que durante este tiempo han realizado tantas
personas en el ámbito sanitario, pero también en el de la empresa o las
organizaciones sociales y caritativas, que han trabajado «para paliar el dolor
de tanta gente». Y dijo que son en nuestra sociedad «una gran reserva de
humanidad, caridad y acción solidaria».
El
cardenal Omella constató que la pandemia «nos ha descolocado» y «hecho caer en
una actitud de nerviosismo y angustia». Sin embargo, recordó que «no son
tiempos para la confrontación ni de división», sino «tiempos para acompañar,
para perdonar, para caminar juntos, para tratar de evitar más sufrimientos,
para mirar al futuro».
Además,
afirmó que la pandemia «ha puesto nuestra mirada en el más allá y nos ha
recordado que estamos de paso». «Que esta experiencia sea una oportunidad para
avanzar en el camino espiritual», concluyó
Fran Otero
Fuente:
Alfa y Omega