El pueblo cristiano tiene que considerar a la Iglesia como una cosa propia
Fray Miguel Gutiérrez ha sido misionero carmelita en África
durante 50 años: 45 en la República Democrática del Congo, 3 años en la
Costa de Marfil, un año en Camerún y otro en Ruanda. Desde 2016 vive y reza en
el Monasterio de las Batuecas, en Salamanca. Ahora tiene 82 años.
Ha visto como
en misiones surgían dispensarios, escuelas e iglesias, formación y sacramentos,
pero cree que hoy se requiere -en África y en todo el mundo- una
"segunda evangelización" centrada en la intimidad con Dios, el trato
cercano a Él.
Con miles de
refugiados
"Sin duda
el genocidio de Ruanda ha sido la experiencia más triste que yo he vivido, y
después cuando miles y miles de hutus vinieron al Congo", explica en AstorgaDigital. "En mi parroquia de
Chiriri teníamos dos campos de refugiados, con miles y miles de
refugiados. Los Padres Mercedarios de Salamanca les atendían muy
bien".
Entre sus
experiencias felices como misionero, recuerda "construir una iglesia, un
colegio, o un centro de salud, dar agua a la gente, darles luz
eléctrica..."
Explica que el
agua, las escuelas y los dispensarios fueron llegando a muchos sitios,
pero la electricidad tardaba mucho más.
"Todos a
una -católicos, musulmanes, protestantes y paganos- pedían la electricidad. Con
la ayuda de Manos
Unidas y el trabajo y la cooperación económica de todos se pudo
llevar la luz a 25 poblaciones. Todos estaban muy contentos. Pusieron
molinos, cocinas eléctricas, televisiones… Era el año de 1995 y cuando
jugaban el Barça y el Real Madrid todo el mundo estaba pendiente de la
televisión".
Los inicios:
el gran boom de catequistas
Fray Miguel
llegó al Congo en 1966, seis años después de independizarse de Bélgica, y se
formó en su primer año con los Padres Blancos. "Ellos eran y son
grandes misioneros. Fue un noviciado misionero para mí", recuerda.
Al inicio, la
parroquia tenía sólo 10 catequistas, y todo dependía demasiado de los clérigos.
Pero poco a poco más y más laicos empezaron a formarse y participar.
"Después, sólo en una parroquia teníamos más de 500 catequistas, y la
mayor parte mujeres", explica satisfecho.
"El
pueblo cristiano tiene que considerar a la Iglesia como una cosa propia. Se
mira lo espiritual, las escuelas, los centros de salud, conseguir agua y luz
para la población… Se ha dado un cambio radical".
"Los
mismos Padres Blancos nos iniciaron hacia este cambio. Cierto día, en un
árbol, había un letrero que decía: “El señor obispo vendrá a las 6:00 am
para cultivar y él traerá su propia azada. Traer todos una azada. Después se
harán reuniones con la comunidad. Y más tarde confesiones, la eucaristía,
y que las mujeres preparen comida para unas 300 personas. Y después habrá
juegos y baile”, recuerda.
700
adolescentes refugiadas en la parroquia
Trabajar con
jóvenes estudiantes en los años 60 en el Congo no era fácil, ni tampoco hoy.
"En 1996 con
la llegada al poder del Presidente Laurent Kabila (padre), tuve que salir con
15 filósofos de Bukavu hasta Camerún. Y fuimos muy bien recibidos por los
religiosos de todas las congregaciones, y sobre todo por los Carmelitas
italianos", explica, recordando una experiencia de exilio.
Fray Miguel
señala que la causa de la escasez de vocaciones religiosas en Occidente es la
combinación de baja natalidad ("con un hijo o dos no se puede mandar a
misiones") y la desacralización de la sociedad.
Pero, al mismo
tiempo, constata el crecimiento de la vida consagrada en África. "En
1970 los Carmelitas Descalzos éramos 36 en toda África. Hoy día son más de 600
y en 23 naciones. Y así todas las congregaciones".
La segunda
evangelización: el Dios cercano, íntimo
"En las
misiones se han dado todos los sacramentos, se ha hecho mucho, pero les
falta interioridad. Sería una segunda evangelización, hacer un Dios
cercano, íntimo. Los Carmelitas Descalzos donde fundamos una parroquia fundamos
también una Casa de Espiritualidad. Los obispos piden Religiosas Contemplativas
también", señala el fraile carmelita.
"Mi
principal tarea hoy día consiste en rezar para hacer hombres interiores en
África y en todas partes", añade.
Fuente: ReL