«Estoy convencido de que un país crece cuando sus diversas riquezas dialogan de manera constructiva. Cuando dialogamos crecemos. La cultura del encuentro es la cultura del diálogo a la que nos llama el Papa, en Fratelli Tutti. Diálogo, diálogo diálogo»
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Foto de Archimadrid / Luis Millán |
Así se expresaba ayer por la
mañana el arzobispo
de Madrid, cardenal Carlos Osoro, en la rueda de prensa de presentación
del II Encuentro Internacional de Líderes Católicos convocado
por el arzobispo y la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, con el apoyo
de la Fundación Konrad Adenauer. «Una nación crece en el diálogo y se destruye
cuando se rompe el diálogo… y lo grave es que destruimos a los demás», ha
indicado.
Además, ha recalcado que «el
único modo de que una persona, una familia o una sociedad crezcan es la cultura
del encuentro. Una cultura en la que todo el mundo tiene algo que aportar y en
la que todos podemos recibir algo en el camino». El cardenal ha incidido en que
«es fundamental afrontar el presente en un diálogo constructivo» y en que, para
dialogar, «es necesario siempre bajar las defensas y abrir las puertas». Según
ha insistido, se trata de hablar «desde la identidad que tenemos», pero «sin
presumir que el otro está equivocado».
«Con corazón abierto»
En este sentido, ha valorado que
más de 70 católicos con responsabilidades públicas, procedentes de 19 países,
se reúnan estos días en Madrid con «corazón abierto» y, aludiendo a Fratelli
tutti, ha destacado que «la política es una fe las formas más altas de caridad,
que busca el bien común».
«¿Cuáles han de ser las grandes
preocupaciones de un político esté donde esté? Es un hacedor, un constructor,
con mirada limpia y pragmática. […] Las mayores angustias de un político no
deben ser la bajada en las encuestas, sino si está reduciendo la exclusión
social y económica…», ha aseverado, al tiempo que negaba la necesidad de un
partido católico.
«El diálogo no es una estrategia»
Ante preguntas de los
periodistas, el cardenal Osoro ha asegurado que «el diálogo es evangelizador,
no es una estrategia. Conscientes del contexto en que estamos, los cristianos
estamos llamados a vivir nuestra vocación bautismal. Recuerdo las palabras de
Pablo VI en Ecclesiam Suam cuando dice que la Iglesia debe ir
hacia el diálogo con el mundo en que le toca vivir. La Iglesia va a ese mundo y
se hace palabra. Y se tiene que hacer mensaje y se tiene que hacer coloquio
entre los hombres».
Preguntado por si existe el
partido católico, Carlos Osoro ha expresado que lo que hay son «católicos en la
acción política, pero no hay una política católica». «No hay un partido que
diga que es el partido católico», ha subrayado.
¿Cuáles deben de ser las
preocupaciones de un político?
«El político siempre es un
hacedor, un constructor con grandes objetivos, pero siempre con mirada limpia,
pragmática. Las mayores angustias de un político no deben de ser las causadas
por la baja de las encuestas sino si de verdad está resolviendo si está
reduciendo la exclusión social y económica…», ha afirmado con rotundidad
diferenciando entre el adjetivo y el sustantivo. «Por eso, el sustantivo es lo
más importante, el ser cristiano católico».
En la rueda de prensa
participaron también dos políticos de altura: el democristiano Miguel
Ángel Rodríguez Echeverría, que fue presidente de Costa Rica, secretario
general de la Organización de Estados Americanos (OEA) y presidente de la
Organización Demócrata Cristiana de América (OCDA); y Clara López Obregón,
dirigente política de izquierda en Colombia, que fue ministra, alcaldesa de
Bogotá y candidata presidencial.
«En política no hay sillas
vacías»
Por su parte, Miguel Ángel
Rodríguez ha indicado que «no se puede separar la fe de la actividad» y que un
católico «es católico en la empresa, la agricultura, en la vida de familia, en
su comunidad y en la clase política también».
«En mi caso incluso mis primeras
actividades de adolescente fueron con los jóvenes de Acción Católica y con
actividades del colegio de La Salle, en distintas comunidades del país, en
servicio social. Mi vocación de servicio público nació de la mano de mi fe
religiosa. (…) Para mí es muy imp el poder ser fiel a una manera de ser, a una
esperanza, a una doctrina y solidaridad», ha confesado.
Además, ha expresado que «es
importante atraer a tanta gente que tiene deseo de colaborar con la sociedad, y
tal vez ve la política como algo sucio y malévolo donde no hay que participar».
«En política no hay sillas vacías: la que no ocupe uno la ocupará otro. Si no
lo hacemos, estamos siendo responsables de dejar a otros. Tenemos que trabajar
en política, y ser leales a nuestra fe», ha terminado.
Una mujer comprometida
La colombiana Clara López ha
confesado que desde hoven ha sido una mujer muy contestataria: «Quizá lo llevo
de mi madre, una mujer muy religiosa. Me llevaba con ella a toda su labor
social y nos infundió a todos sus hijos (nacidos en una situación de privilegio
en un país de tantas desigualdades) que era fundamental devolver el servicio.
Desde pequeña fui consciente de la violencia de mi país».
Además, ha asegurado que es muy
seguidora del Papa Francisco: «Debo confesar en cierta medida me devolvió la fe
que va perdiendo una con tantas situaciones que le ha tocado vivir y presenciar
del sufrimiento de los demás en la política». «A mis colegas le refiero
Evangelii Gaudium en la que Francisco hace una disertación del modelo
económico, no desde la ideología, sino desde el sentimiento de una común
humanidad para terminar con la cultura del descarte».
Del diálogo al pacto
Ante las preguntas, Clara López
ha respondido que se sufre un gran incumplimiento del progreso para muchos
países, después de la crisis económica de 2008 y ahora con la reiteración de
una crisis mas profunda con la pandemia. «Se ha retrocedido en conquistas que
se pensaban ya adquiridas. Hemos regresado a niveles de pobreza del 42% de la
población. Eso genera un descontento social profundo», ha denunciado. Por eso,
«coincido con el cardenal, solo cabe el diálogo, pero no es suficientes el
diálogo, hay que pasar el pacto. Sabemos que uno es el discurso y otra la
actuación del Estado».
Cuatro manifiestos
Por su parte, José Antonio
Rosas, director de la Academia de Líderes Católicos, destacó la presencia de
participantes de medio centenar de países, como culminación de un trabajo que
contará con cuatro manifiestos con grupos políticos transversales: sobre la
pandemia, en defensa de los migrantes, por el diálogo social iberoamericano y
el último, que se abordará en estos días, «sobre la vacunación universal
solidaria en todo el mundo».
Fuente: Revista Ecclesia