El P. Eduardo Hayen Cuarón, director del semanario Presencia de la Diócesis de Ciudad Juárez (México), alentó a los jóvenes a no confundir el verdadero amor con el sexo, comparándolo con “amor de pizza”
Imagen referencial. Crédito: Alex Iby / Unsplash |
En un artículo
titulado “Amor
real o amor de pizza”, el P. Hayen Cuarón lamentó que “muchos jóvenes
confunden el amor con el sexo”.
Estos jóvenes,
dijo, “creen que para mantener un noviazgo sólido y duradero deben mantener una
vida sexual activa y piensan que es absolutamente normal y necesario conocerse
íntimamente”.
“Muchas
parejas de novios, a un mes de haber comenzado a salir, comienzan a tener sus
primeras experiencias sexuales, y muchas de ellas, al poco tiempo, rompen su
noviazgo. Pasado un tiempo entran en relación de novios con otras personas y
dolorosamente se repite la misma experiencia”, dijo.
Para el
sacerdote mexicano, “el problema de muchos jóvenes es que no saben bien qué es
el amor, y llegan a confundirlo con el sexo”.
El P. Hayen
Cuarón subrayó que “no es lo mismo decir ‘amo a mis padres’ que ‘amo comer
pizza’”.
“Son amores en
niveles muy distintos. Cuando digo que amo a mis padres quiero decir que me
preocupo por ellos, que hago lo que sea necesario para que no les suceda algo
malo; quiero el bien para ellos, estoy agradecido por todo lo que han hecho por
mí, estoy dispuesto a hacer sacrificios por ellos y deseo que estemos juntos
muchos años”, indicó.
“En cambio,
cuando digo ‘amo comer pizza’ quiero decir que cuando tengo hambre se me antoja
una de pepperoni o una hawaiana. Si el hambre es mucha, la como con avidez, la
saboreo, termino chupándome los dedos y una vez satisfecho, dejo las orillas
sobrantes en el plato”, añadió.
Para el
sacerdote, “esta comparación vale para ilustrar lo que es el amor real de una
pasión instintiva que, finalmente, no es amor”.
“La pregunta
es, ¿cómo queremos amar y ser amados, con amor real o con amor de pizza?”,
dijo.
“Cuando una
persona te demuestra su amor preocupándose por ti, escuchando lo que llevas por
dentro; cuando esa persona es capaz de sacrificarse por tu verdadero bien,
puedes estar seguro de que se trata de amor real”, explicó.
Sin embargo,
subrayó, “cuando alguien sólo quiere pasar el rato contigo y disfrutarte
sexualmente sin importar las consecuencias, aunque te diga que te ama, lo más
probable es que te sientas utilizado y la relación se deteriore rápidamente”.
El P. Hayen
Cuarón advirtió luego que “aunque la confusión entre el amor real y el amor de
pizza sucede sobre todo en el mundo de los jóvenes, también puede ocurrir
dentro de la vida matrimonial”.
“El papa san
Pablo VI fue muy explícito en su encíclica Humana Vitae cuando dijo que ‘podría
también temerse que el hombre, habituándose al uso de las prácticas
anticonceptivas, acabase por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse
más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple
instrumento de goce egoísta y no como a compañera, respetada y amada’”.
El sacerdote
mexicano recordó además que “los seres humanos fuimos creados para el amor
auténtico y real porque somos imagen de la Trinidad”.
“Somos felices
cuando aprendemos a dar y recibir amor en esta comunión de personas”, aseguró.
También
resaltó que “la sexualidad es un regalo maravilloso de Dios para vivir en
comunión entre las personas”.
“Pero sin una
educación para el amor real”, señaló, el sexo “puede fácilmente convertirse en
instrumento de mero disfrute para utilizar a otros en ratos placenteros, como
cuando vamos con hambre a alguna pizzería”.
Por David
Ramos
Fuente: ACI
Prensa