Una ciudad del norte de Italia fue testigo de dos milagros de la misma imagen de María, en siglos distintos
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La ciudad de Tagliamento al norte
de Italia, tuvo la oportunidad y la gracia de testimoniar dos extraordinarios
milagros de una imagen de la Virgen en distintos siglos.
Se trata de la imagen de la
Madonna di Rosa, la Virgen de Rosa, un espléndido fresco milagroso que se
conserva desde el siglo XIX en un santuario dedicado a ella en la ciudad de San
Vito al Tagliamento.
Pero no siempre estuvo allí, y la
misma Virgen pidió que la trasladaran de donde se encontraba. Y este es el
primer milagro, acontecido en el año 1655.
La Virgen en casa de la familia Giacomuzzi
La obra fue encargada por el jefe
de la familia Giacomuzzi, Giovanni, para su casa en Villa di Rosa. La casa pasó
a su hijo Giacomo, que en el año 1648 decide mudarse, dejando la casa
abandonada.
Meses más tarde, la casa fue
demolida. Cuando Giacomo vuelve al lugar donde pasó su infancia, encuentra
sorprendido la imagen de la Virgen, intacta entre las ruinas, y decidió
llevarla a su actual vivienda.
Los Giacomuzzi eran una familia
bastante devota: se reunían mañana y noche para rezar delante de la imagen de
la Virgen. Pero digamos la verdad, también eran muy, pero muy incoherentes.
Así como rezaban mañana y noche
de la misma manera, sin embargo, blasfemaban constantemente durante todo el
día, maldiciendo a Dios por las asperezas de la vida de campo.
El milagro en el día de la
Presentación al Templo de Nuestro Señor Jesucristo
Y pasó, que el 2 de febrero de
1655, día de la Presentación de nuestro Señor Jesucristo, toda la familia fue a
misa. Todos menos la hija menor de 8 años, Mariute, que sufría de fuertes
ataques de epilepsia, quedando al cuidado de dos tías.
Las tías en un momento sintieron
que la niña reía y parecía conversar con alguien, en la sala donde se encuentra
la Virgen. Cuando fueron a verla, no quisieron interrumpir la increíble escena.
Las tías debieron esperar unos
minutos antes de hacerle miles de preguntas a la niña. Mariute, con mucha calma
y alegría en su corazón, después de haber hablado con la Virgen, que se había
hecho de carne, simplemente comentó lo que Ella le dijo:
«No me siento para nada bien
aquí, en este lugar donde se blasfema contra mi Hijo. Por favor, señálalo a tu
padre, para que esta imagen sea venerada en una iglesia, en una calle
frecuentada. Implora también a todos los habitantes de la zona, que se
abstengan de blasfemar. Fue esta la causa de impiedad por la cual el granizo destruyó
los campos en los últimos años. Haz como te digo, y no tendrás más ataques de
epilepsia».
Mariute, hizo como le
recomendaron, se curó de su mal, y la Virgen di Rosa fue venerada en una
iglesia franciscana.
El bombardeo de 1944
Siglos más tarde el 31 de
diciembre de 1944, un enorme cazabombardero sobrevoló la ciudad de san Vito al
Tagliamento, y lanzó una enorme bomba sobre el santuario.
La explosión fue enorme.
Afortunadamente no hubo víctimas, se salvaron todos los franciscanos del
convento, pero el santuario quedó totalmente en ruinas.
Y de nuevo, la Virgen de Rosa
volvió a aparecer, milagrosamente intacta.
Maria Paola Daud
Fuente: parrocchiamadonnadirosa.it;
Maria con te, N. 4, Año IV, pág. 42-43
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