El colegio fomentó la «transición» de una adolescente en contra de sus padres
| January y Jeffrey Littlejohn han demandado a la escuela de Leon (Florida) por propiciar la transición de género de su hija a sus espaldas (imagen: Facebook). |
January Littlejohn es madre de tres hijos,
reside en Tallahassee (Florida) y durante años ha sido una voluntaria en la
escuela de su hija de 13 años. Su confianza se quebró por completo cuando la
adolescente le confesó haber pactado con el colegio, a sus espaldas, el
comienzo de su "transición de género". Desde entonces,
Littlejohn ha declarado la guerra legal al centro y alerta a los padres:
"Si esperáis a que la ideología de género llegue a vuestras casas, será
demasiado tarde. Debemos actuar".
"La ideología de género casi destruyó a mi
familia". Con estas palabras, la madre de tres hijos describe el infernal proceso gestado a sus
espaldas por el que su hija puede comenzar, protegida por la ley, su
transición de género bajo el total desconocimiento de sus padres.
Su madre explica "que nunca había
expresado confusión de género, se volvió socialmente retraída, ansiosa y
deprimida" durante la pandemia, "al experimentar un profundo y
repentino estrés".
Bajo sospecha
Al comenzar de nuevo las clases presenciales,
Littlejohn acudió a una maestra para explicarle el incidente. "Le hicimos
saber que no estábamos empleando el nombre y pronombres que
quería, que no creíamos que fuese lo mejor para ella, que recibía
asesoramiento psicológico para ayudarla a procesar lo que ocurría en
su interior y que creía que lo que le pasaba estaba relacionado con su grupo
de amigos", explica.
No tardó en saber que, sin quererlo, había cometido un
gran error: aquella maestra era la defensora del colectivo LGTBQ en
el campus.
"Dos semanas después, cuando la recogí, me dijo
que se había reunido con tres trabajadores de la escuela para cambiar su nombre
y lo divertido que le pareció que le preguntasen que baño prefería usar",
relata: "Estaba en shock".
Cuando la madre llamó a la escuela, le dijeron que lo
tratado con su hija estaba sujeto a confidencialidad y que la
joven tenía que darle a sus padres su consentimiento expreso
para ser notificados de lo tratado en las reuniones.
"Semanas después nos enseñaron el plan de apoyo
para estudiantes transgénero que había firmado con la escuela: le
permitieron cambiar su nombre, atendieron sus preferencias
de servicios y baños y le dejaban elegir si quería compartir
habitación con chicos o chicas en las excursiones", describe la
madre, así como la posibilidad de engañar u ocultarles información sobre el
tema.
Los padres, considerados enemigos
Entre las clausulas de los documentos, encontraron
tres puntos que sintetizan lo que se aplica "en colegios de todo el
estado" norteamericano y en cada vez más colegios de todo el mundo:
· Los padres no deben ser
informados cuando sus hijos anuncien una
identidad transgénero con el personal de la escuela.
· Los niños pueden elegir el baño
que coincida con su identidad de género sin notificación a los padres
· Los niños tienen el derecho legal
de ocultar a sus padres información sobre su identidad de género y los
pasos tomados para afirmar esa identidad.
En su denuncia, describe lo ocurrido como "una
mentira que está abriendo una peligrosa brecha entre padres e hijos", y
que envía el mensaje de que "los padres son el enemigo y
que los niños deben ser protegidos de sus padres y no por sus
padres".
Es un proceso que, además, "es el primer paso
hacia la transición médica, lo que incluye el uso de medicamentos
experimentales, hormonas y cirugías con daños irreversibles a largo plazo como
esterilidad y disfunción sexual".
Tras lo ocurrido, el matrimonio comenzó un proceso de
investigación en la que descubrieron los múltiples conflictos previos
asociados a la "disforia de inicio rápido" como son "la
ansiedad, traumas previos, depresión o incluso autismo".
Por ello, la familia destaca que tanto con los
programas escolares aplicados a su hija y a los miles de casos que se suceden
cada día "se está poniendo a los niños en mayor riesgo de
daños psicológicos y físicos".
Las nuevas arma de destrucción masiva
La madre "desearía que su situación fuese un caso
aislado" pero es consciente de que es un problema de un alcance cada vez
mayor y que afecta "a todo tipo de familias" por su penetración
desde la escuela, "la zona cero para difundir este adoctrinamiento
y contagio social".
Antes de concluir su relato, llamó a la acción de
todos los padres y familias alentando a hablar el tema con sus hijos,
investigar y formarse y conocer todos los tratamientos posibles, ya
que "no es transfóbico investigar y estar informado o querer proteger a
nuestros hijos de una ideología que puede resultar devastadora".
"Si esperáis a que la ideología de género llegue
a vuestras casas será demasiado tarde, también para tener estas conversaciones
con ellos", recomienda a las familias.
Los padres, en pie de guerra contra la escuela, han
presentado una demanda federal contra la escuela convencidos de que "esto
debe detenerse".
"Nuestra demanda se trata, en última
instancia, de proteger los derechos de los padres para educar a sus hijos sin
la interferencia del gobierno. Es mi trabajo proteger a mi hija y la
escuela me ha quitado [ese deber y derecho]. Ha llegado el
momento de recuperar nuestra patria potestad", concluye.
José María Carrera
Fuente: ReL





