El P. Francisco Torres Ruiz, sacerdote de la diócesis de Plasencia y encargado del ministerio del exorcismo, reveló recientemente las principales causas de las posesiones del demonio
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| Imagen referencial. Crédito: Pixabay / Dominio público |
Entrevistado por ACI
Prensa, el P. Torres Ruiz señaló que una de “las causas más frecuentes por las
que una persona puede quedar poseída o puede quedar sometida a una acción del
maligno” es la práctica de “juegos ocultistas, bien sea el tarot o bien sea la
videncia, el ouija o cualquier otro tipo de espiritismo”.
“También están llegando
casos, y no pocos, de gente que ha practicado terapias de la ‘nueva era’, de
la ‘new age’, sobre todo terapias de yoga, reiki, la invocación de
los ángeles, etcétera”.
Sin embargo, precisó el sacerdote español, “hay que tener en cuenta que
toda acción diabólica en el hombre, y esto lo encontramos en el capítulo 1 y 2
de Job, no deja de ser una permisión de Dios”.
“Dios puede permitir que
el diablo actúe de esta manera más real o más violenta, o al menos sensible,
para obtener una gracia superior, una gracia que puede ser una conversión, una
purificación de la persona de la situación en la que vive”, indicó.
En ese sentido, el P.
Torres Ruiz señaló que “hay otra causa de la posesión que tiene que ver más
directamente con la permisión divina, que es de una persona que no ha
practicado nunca ningún tipo de de juegos ocultistas, pero que Dios permite a
Satanás actuar sobre ellos para probarlos, para santificarlos, para unirlos a
la pasión y cooperar de una manera más estrecha en la redención del mundo y la
salvación de las almas”.
“Casos hay muchos, pero
por poner un ejemplo pienso en el caso de Santa María de Jesús Crucificado, la
arabita, la santa carmelita que era un dechado de virtudes, sobre todo la
virtud de la humildad”, dijo.
“Y el Señor permitió
que, al final de su vida, durante los últimos meses o un año de su vida,
sufriera una posesión bastante radical, bastante violenta, muy fuerte, y que la
santificó, la purificó del todo y la unió a la salvación del mundo”, señaló.
El sacerdote español
indicó además que “las causas pueden ser múltiples” y “no hay siempre una
causa, sino que muchas veces son una serie de consecuencias de puertas
abiertas” a la acción del demonio.
Y frente a estas
situaciones, dijo, “hay que actuar y sobre ellas hay que ir liberando, hay que
ir cerrando y hay que ir sanando y purificando”.
Por David Ramos
Fuente: ACI Prensa






