Este proyecto con sede en México ha formado a miles de transmisores de la fe
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| "Formar Apóstoles", el proyecto fundado por el experto evangelizador Rafael Pacaníns |
Desde el año 2017, el proyecto Formar Apóstoles nacía en México con un
objetivo: "Hacer discípulos que hagan más discípulos". Y lo ha
cumplido con creces: cinco años después los católicos que han pasado por
sus cursos y talleres se cuentan por miles.
Fundado por Rafael Pacaníns, un
experimentado sacerdote en formación de líderes y evangelizadores, este
proyecto pretende adaptar el formato de la evangelización de Cristo a
la actualidad a través de decenas de talleres realizados hasta la
fecha.
Junto con estos talleres, Formar Apóstoles también
ofrece jornadas de oración, webinars mensuales, conversaciones en redes
sociales o un podcast/emisión en directo con temas de interés para la Nueva Evangelización, desde
cómo evangelizar en la Universidad hasta hacerlo en entornos rurales.
Junto con múltiples redes sociales (Instagram, Facebook o TikTok), el fundador Formar Apóstoles y sus voluntarios
también están presentes en YouTube en el programa Al Aire, donde recientemente propusieron 12 consejos para todos los laicos y sacerdotes
interesados en impulsar su evangelización y apostolados:
1º En todo momento, escuchar antes de hablar
El sacerdote explica que a la hora de evangelizar,
"escuchar es un arte" y en ocasiones, "el mayor error es que
cuando la persona empieza a hablar estamos pensando en qué le vamos a decir
cuando se detenga a respirar". Frente a ello, continúa el sacerdote,
"lo primero es escuchar y cuando la persona termine de hablar, seguir
haciéndole preguntas abiertas, con paz y cariño y el Espíritu Santo transmitirá
lo que debes decir".
2º No te desesperes: lo normal hoy no es ser cristiano
En primer lugar, explica que, en ocasiones, uno
a veces se indigna cuando su interlocutor no piensa "a lo cristiano" cuando
realmente hacerlo "es fruto de la gracia de Dios". Por ello, aclara
que a la hora de evangelizar no se puede esperar que la persona con quien
hablamos piense como un cristiano, y menos "si la persona no se ha
encontrado con Cristo".
Este error, añade, a veces puede deberse a que "queremos
ganar las discusiones con argumentos morales, cuando realmente la
persona necesita encontrarse con Dios". Por ello, "hay que
mantener la calma, no se trata de ganar una discusión, sino de entender que son
personas que han nacido en un mundo poscristiano". También recomienda
el buen trato, pues "las personas van a recordar cómo los
hiciste sentir y si les hiciste sentirse escuchados, recordarán que con
este sacerdote o esta persona se puede hablar".
3º Prepárate, pero sobre todo, lánzate y confía
En muchas ocasiones, uno puede creer que no está lo
suficientemente preparado para evangelizar. A ellos, el sacerdote les dice:
"¡Dios no necesita gente perfecta, necesita gente que se lance!".
A este respecto, recuerda que incluso los apóstoles dudaron hasta el último
momento antes de que Dios ascendiese al cielo y por ello subraya que no se
puede esperar a la perfección: "Confía en que Dios actuará en lo que
eres".
4º Nunca mentir y aprender a decir la verdad
En muchas ocasiones, el sacerdote ha tenido que decir
verdades incómodas a personas que estaban viviendo al margen de las enseñanzas
de Dios y de la Iglesia. En estos casos, ha aprendido y explica que "si
se dice la verdad con amor y por las razones correctas, la otra persona va
a entender que la amas y aceptará la verdad, pero mentir a una persona no
es amor". Como ejemplo, recuerda a dos conocidos homosexuales que
acudieron a él: "Tuve que explicarles lo que decía el catecismo y la
Iglesia, pero no podía engañarles y no fue motivo para romper nuestra
amistad".
5º Se amable y gánate la simpatía del otro
Cuando tratemos con ateos o con católicos que creen en
cosas contrarias a la doctrina o con sacerdotes alejados del Evangelio, es
necesario "ser amable y buscar el bien del otro -que no
necesariamente simpático-. En ese momento, mis intenciones se filtrarán en mis
palabras y la otra persona estará abierta a reflexionar sobre lo que escuchó o
vivió" de su evangelizador.
6º No te presentes como alguien inalcanzable…
El sacerdote invita a hacer preguntas inteligentes al
interlocutor, ya que haciéndolo "no te presentas como un maestro -el
Maestro solo es Cristo- sino que la otra persona entiende que los dos están en
búsqueda y no pasa nada si se cuestiona las cosas o trata de ver las
conclusiones o implicaciones finales de lo que piensa".
7º …ni seas susceptible
Cuando tu interlocutor duda o te presenta un problema
"no tiene por qué estar queriendo humillarte o derrotarte", por ello
siempre hay que "pensar bien del otro" y en aquello
que le lleve a pensar de esa forma: "Igual la otra persona esté
defendiendo el aborto porque no se ha encontrado con Dios. Si piensa distinto,
en lugar de juzgar sus intenciones, siéntate con esa persona y habla de
ello", aconseja.
8º Busca los puntos en común
El sacerdote recuerda una conversación con un joven
que apoyaba el aborto: "Ambos nos dimos cuenta de que defendíamos la
dignidad de la vida de la madre. La diferencia era cuando poníamos el inicio de
esa dignidad, pero desde ahí se puede construir. Es muy interesante
construir sobre la fe y la bondad de los demás".
9º La oración pública, un arma imbatible
"Refleja mucha fe cuando rezas en voz
alta con otra persona y pides por su intención. Una oración así es una
manifestación de fe enorme y -el interlocutor- va a pensar: `¡Es tremendo que
la otra persona cree tanto que acaba de hacer una oración en voz alta
conmigo!´. Dios nos va a dar siempre lo que pedimos o algo mucho mejor. Cuando
he hecho oraciones con personas que están descubriendo la fe, Dios siempre les
da paz y consuelo. Si se da la oportunidad, ¡hacedlo!", alienta.
10º Cuenta y devuelve lo que Dios te ha dado
El padre Pacaníns menciona que este caso "es tan
fácil como pensar cómo era mi vida antes de Cristo, como fue con Cristo y cómo
es ahora. Piensa en quién ha sido Cristo para ti; esa historia no te
pertenece, es de los demás", explica. Por eso, el apóstol debe hacer
suya la misión de los Evangelistas y "contar el encentro": "Eso
es lo que tengo que decirle a las personas, es mi pequeño Evangelio. Prepara tu
historia para que cuentes como Dios cambió tu vida".
11º ¡Equivócate! A evangelizar se aprende
evangelizando
Un error que cometen muchos evangelizadores es creer
que recae sobre ellos toda la responsabilidad y con ella el miedo a
equivocarse. En este caso, el sacerdote plantea un reto: que cada domingo
en Misa, los evangelizadores se pregunten cuántas veces se han equivocado en su
evangelización esta semana.
"Ojalá que al menos una vez te hayas
equivocado, porque la práctica hace al maestro. A evangelizar se aprende
evangelizando. No esperes más, todos tenemos al Espíritu Santo, tienes el
bautismo que te hace discípulo misionero, a la confirmación que te hizo soldado
de Cristo y si estás casado tienes el sacramento del matrimonio en el que te
constituyeron como Iglesia doméstica. No te hace falta más", alienta.
Además, explica que todo evangelizador debe tener en cuenta esta verdad: "Tú
no vas a convertir a nadie, solo Dios mueve los corazones, el apóstol es el
intercesor".
12º Tres momentos fundamentales
Por último, el sacerdote recomienda seguir un sencillo
carril basado en tres experiencias, "que Dios te ama, que el pecado
arruina tu vida y que Cristo quiere venir a arreglarla". "Te
recomiendo que si tienes una Biblia vayas poniendo marcadores en cada página
donde te veas identificado en etsas verdades. Los sacerdotes, obispos, laicos,
los líderes de grupos eclesiales… Todos tenemos que hablar siempre de
la Buena Noticia y tenerla como una guía válida para las
conversaciones que podamos tener", concluye.
J. M. C.
Fuente: ReL






