Cada domingo, la cesta de la colecta se pasa entre las filas en el ofertorio y siempre se plantea la cuestión de la cantidad correcta. ¿Es ésta realmente la manera correcta de enfocar este gesto primordialmente litúrgico?
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| Pascal Deloche / Godong |
Como suele ocurrir cuando se
trata de dinero, la Iglesia es prudente y más sugestiva que directiva a la hora
de dar la cantidad justa en la colecta dominical.
La colecta es uno de los recursos
financieros de la Iglesia, especialmente en los países en los que el laicismo
impide la financiación pública del culto. Se añade al casuel, vinculado a la
celebración de los sacramentos, a las ofrendas de misa y al denarius, que es
una parte de los ingresos que se da para participar concretamente en la vida de
la comunidad, como indica el quinto y último mandamiento de la Iglesia.
Diferentes tipos de donación
Algunas personas tienden a
confundir estos diferentes tipos de donativos. Sin embargo, dos detalles
deberían despertar la curiosidad: la colecta está siempre en el centro de la
misa y no hay recibo fiscal. Solo hay una razón importante para ello: este
gesto, que puede parecer trivial, es ritual y litúrgico.






