El
cuarto artículo del "Diario de la crisis" del Padre Lombardi
![]() |
La conversión de San Pablo. |
La
pandemia también representa un llamado a la conversión espiritual, para los
cristianos, pero también para todos los hombres.
Muchos
de nosotros hemos tenido alguna vez en la vida la experiencia de estar
gravemente enfermos, o incluso sólo de tener el miedo fundado de estarlo. Si no
hemos entrado en pánico, hemos experimentado un período que nos ha marcado
espiritualmente, generalmente de manera positiva. Hemos entendido que las cosas
y proyectos que nos parecían tan importantes eran, en última instancia,
pasajeros y relativos. Que hay cosas que pasan y cosas que perduran. Sobre
todo, nos volvimos más conscientes de nuestra fragilidad. Nos hemos sentido
pequeños ante el mundo y ante el gran misterio de Dios. Nos hemos dado cuenta
de que nuestro destino sólo está en parte en nuestras manos, aunque la medicina
y la ciencia hacen cosas maravillosas. Para retomar una palabra antigua, nos
hemos vuelto más humildes. También hemos rezado más, nos hemos vuelto más
sensibles y atentos en nuestras relaciones con los demás, hemos apreciado más
su atención y cercanía humana y espiritual.