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25.4.20

DIARIO DE LA CRISIS: CONVERSIÓN

El cuarto artículo del "Diario de la crisis" del Padre Lombardi

La conversión de San Pablo.
La pandemia también representa un llamado a la conversión espiritual, para los cristianos, pero también para todos los hombres.

Muchos de nosotros hemos tenido alguna vez en la vida la experiencia de estar gravemente enfermos, o incluso sólo de tener el miedo fundado de estarlo. Si no hemos entrado en pánico, hemos experimentado un período que nos ha marcado espiritualmente, generalmente de manera positiva. Hemos entendido que las cosas y proyectos que nos parecían tan importantes eran, en última instancia, pasajeros y relativos. Que hay cosas que pasan y cosas que perduran. Sobre todo, nos volvimos más conscientes de nuestra fragilidad. Nos hemos sentido pequeños ante el mundo y ante el gran misterio de Dios. Nos hemos dado cuenta de que nuestro destino sólo está en parte en nuestras manos, aunque la medicina y la ciencia hacen cosas maravillosas. Para retomar una palabra antigua, nos hemos vuelto más humildes. También hemos rezado más, nos hemos vuelto más sensibles y atentos en nuestras relaciones con los demás, hemos apreciado más su atención y cercanía humana y espiritual.

22.4.20

DIARIO DE LA CRISIS: DAR LA VIDA

Tercer artículo del "Diario de la crisis" del padre Lombardi 

"El virus es contagioso, pero el amor también puede ser contagioso". Federico Lombardi. (ANSA)
El ejemplo de médicos, enfermeras, sacerdotes, de aquellos que se han puesto al servicio de los enfermos, dispuestos a ofrecer su propia existencia: es una de las lecciones que nos debe dejar este periodo.

En el dolor y en las tragedias de estos meses hay un hecho importante que se impone a nuestra atención y que al mismo tiempo que agrega dolor al dolor es una fuente de admiración y - al final - de consuelo. Es el grupo de personas que llevan las consecuencias de la pandemia, incluso la muerte, porque se dedican generosamente y con todas sus fuerzas al servicio de los demás, tanto en cuerpo como en espíritu. Es correcto darles un tributo común de gratitud, que ciertamente no solo es retórico, sino muy sincero, para todos. Médicos, enfermeros, sacerdotes, voluntarios ... En las zonas más afectadas, su número es muy alto, no solo entre los que se enferman, sino también entre los que mueren.

En tiempos de gran sufrimiento, hay quienes entienden que son llamados por una vocación profesional, religiosa o personal para exponer sus vidas a los demás. Si no se protegen del riesgo, no es por irresponsabilidad y ligereza, sino por un sentido del deber animado por el amor que es más fuerte que el miedo.
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