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Alexander Egizarov | Shutterstock |
¿Cómo actuar?
Debemos intentar
que los valores que tenemos en la familia queden también reflejados en la
educación que reciben en el colegio. Tener la libertad para elegir
este tipo de centros que
completen la educación curricular con la educación moral que, aunque se
origina y fomenta en la familia, se apoya en el colegio.
El ideario
del centro es clave para la educación de nuestros hijos
porque, no solo aporta valores a los alumnos sino que acompaña y acoge las
dudas de los padres.
Esto se articula con las Escuelas
de Padres que ofrecen los centros y que nos ayuda a
responder a preguntas frecuentes que nos surgen en el día a día con ellos:
- cómo ayudarles a estudiar,
- cómo acompañarles en sus relaciones de
amistad con otros niños ,
- cómo mejorar sus relaciones afectivas,
- cómo abordar con ellos el descubrimiento de
su propia sexualidad….
Son asuntos que nuestros hijos van
experimentando con el paso del tiempo a la par que a nosotros nos surgen dudas
sobre cómo acompañarles en este camino.
Por ello, escoger un colegio con
valores complementa, con este tipo de charlas, nuestra labor con un asesoramiento por
parte de profesionales acorde a nuestra moral.
¿Qué más aporta la
elección de un buen colegio para nuestros hijos?
Una buena elección de centro aporta
demás un entorno estable. Tener la certeza de que las
familias que también llevan a sus hijos a este centro comparten las inquietudes
y valores que nosotros queremos para nuestros pequeños.
Algo que determinará las amistades de los niños.
Conocer que los compañeros con los que
comparte 8 horas de su día a día comparten, en gran parte , los valores que el
centro ofrece y que nosotros también hemos escogido.
Y no olvidemos que, las amistades que
cultiven a lo largo de su desarrollo escolar, pueden marcar para bien o para
mal su futuro. Las compañías que elijan determinarán sus actividades de ocio y
las maneras de relacionarse con los demás. Quedarnos más o menos tranquilos,
cuando nuestros hijos quedan con sus amigos del colegio para hacer planes fuera
de él.
En definitiva,
conviene que los padres aportemos y participemos con buen humor y con ganas del
entorno en el que tantas horas pasan nuestros hijos para que, con nuestra
participación en todo lo que concierne a su desarrollo curricular y moral les
ayude a convertirse en pequeños protagonistas del mañana.
Violeta
Tejera
Fuente: Aleteia