El sacerdote explicó que el P. Gbakaan, junto con su hermano y otro sacerdote, estaban viajando a Makurdi en el estado de Benue el 14 de enero para visitar a su madre. El 15 de enero, en el camino de regreso, el sacerdote y su hermano fueron atacados por hombres armados en la carretera Lambata-Lapai. El asalto tuvo lugar alrededor de las 21:00 horas cerca del pueblo de Tufa.
Pese al pedido de rescate y casi al mismo tiempo de la solicitud, el cuerpo sin vida del sacerdote fue encontrado atado a un árbol cerca de la carretera donde tuvo lugar el secuestro. “Al parecer, el P. Gbakaan fue asesinado a puñaladas, tan violentas que ha sido difícil el reconocimiento de la víctima”, informó Fides.
La agencia precisó que “aún no
hay noticias de su hermano que al parecer sigue en manos de los bandidos”.
La Asociación Cristiana de
Nigeria (CAN) pidió al gobierno federal que ponga fin al secuestro y asesinato
de líderes religiosos en el país. El vicepresidente de CAN (Región Norte), el
reverendo John Hayab, calificado el asesinato del P. Gbakaan como “impactante y
doloroso”.
“Recibimos la noticia del
secuestro y asesinato de nuestro querido P. John con gran conmoción y dolor.
Hoy, en el norte de Nigeria, muchas personas viven con miedo y muchos jóvenes
tienen miedo de convertirse en sacerdotes o pastores porque sus vidas corren
gran peligro“, dijo Hayab.
“Cuando los bandidos o
secuestradores se dan cuenta de que su víctima es un sacerdote o un pastor,
parece que un espíritu violento se apodera de su corazón para pedir un rescate
mayor y en algunos casos llegan a matar a la víctima”, lamentó.
“Suplicamos al gobierno federal y
a todas las agencias de seguridad que hagan lo que sea necesario para acabar
con este mal”, concluyó el reverendo.
En diciembre el Departamento de
Estado de Estados Unidos puso a Nigeria en la lista de los peores países para
la libertad religiosa. Además, en marzo de 2020 la Sociedad Internacional de
Libertades Civiles (Intersociety) indicó que “no menos de 20 clérigos
incluyendo al menos ocho sacerdotes y seminaristas católicos fueron asesinados
en los últimos 57 meses y no menos de 50 fueron secuestrados”.
Los obispos católicos de Nigeria
han solicitado al gobierno, en distintas ocasiones, que tome medidas estrictas
para proteger a sus ciudadanos.
Fuente: ACI Prensa