El Papa Francisco es el segundo Pontífice en visitar Canadá después de los tres viajes que realizó San Juan Pablo II en 1984, 1987 y 2002
![]() |
Papa Francisco saluda a indígenas en Canadá. Crédito: Vatican Media |
El Papa Francisco continúa su
viaje apostólico a Canadá, que está realizando del 24 al 30 de julio, en donde
visitará las ciudades de Edmonton, Quebec e Iqaluit, para reunirse con
católicos del país, poblaciones indígenas y las autoridades civiles.
El Papa Francisco es el segundo
Pontífice en visitar Canadá después de los tres viajes que realizó San Juan
Pablo II en 1984, 1987 y 2002.
Se trata de una “peregrinación
penitencial” que el Papa espera “con la gracia de Dios, pueda
contribuir al camino de sanación y reconciliación ya emprendido”, dijo al
finalizar el Ángelus dominical el 17 de julio
En aquella
ocasión desde el Vaticano, el Santo Padre señaló que “lamentablemente, en
Canadá, muchos cristianos, incluidos algunos miembros de institutos religiosos,
han contribuido a las políticas de asimilación cultural que, en el pasado, han
dañado gravemente, de diferentes maneras, a las comunidades nativas”.
Luego, el Papa recordó que en
abril de 2022 recibió
en el Vaticano a algunos grupos representantes de los pueblos
indígenas canadienses, “a los cuales manifesté mi dolor y mi solidaridad por el
mal que han sufrido”.
En esta línea, en sus primeros
discursos, el Papa Francisco expresó nuevamente su dolor por lo ocurrido y
pidió perdón a nombre de toda la Iglesia.
Además, el Santo Padre envió 5
mensajes a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es dirigido a los
pueblos indígenas de Canadá.
“Queridos Pueblos Indígenas de
Canadá llego hasta sus tierras nativas para expresarles personalmente mi dolor;
para implorar a Dios el perdón, la sanación y la reconciliación; para
manifestarles mi cercanía; para rezar con ustedes y por ustedes”.
“Pido perdón por el modo en el
que muchos miembros de la Iglesia cooperaron en proyectos de destrucción
cultural y asimilación forzada promovidos por los gobiernos, y que culminaron
en el sistema de las escuelas residenciales”.
“No bastan nuestros esfuerzos
para sanar y reconciliar, es necesaria la gracia de Cristo, es necesaria la
sabiduría afable y fuerte del Espíritu. Que Él colme las esperanzas de los
corazones. Que Él nos tome de la mano. Que Él nos haga caminar juntos”.
“La reconciliación no es una obra
nuestra, es un don que brota del Crucificado, es paz que viene del Corazón de
Jesús, es una gracia que hay que pedir”.
“Rezar juntos, ayudar juntos,
compartir las historias de vida, las alegrías y las luchas comunes abre la
puerta a la obra reconciliadora de Dios”.
Por Mercedes de la Torre
Fuente: ACI Prensa