El 2 de octubre se festeja a los Ángeles de la Guarda, quienes tienen la misión de protegernos. Don Bosco, gran devoto de ellos, solía dar un especial consejo a sus jóvenes y conocidos, con el que logró incluso que algunos de ellos se libraran milagrosamente de la muerte
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Ángel de la Guarda | Crédito: Renata Sedmakova - Shutterstock |
En las Memorias Biográficas (MB),
conjunto de 19 tomos sobre la vida de Don Bosco, se relata que el santo “estaba
tan persuadido de tenerlo a su lado que parecía lo viese con sus ojos”. Además,
acostumbraba saludar al ángel de la guarda de las personas con las que se
encontraba y le pedía a los ángeles custodios de sus muchachos que los ayuden.
En este sentido, les inculcaba a
sus muchachos un profundo respeto y amor por su propio ángel, diciéndoles que
él era un amigo. “Invoca a tu Ángel en las tentaciones. Tiene él más ganas de
ayudarte que tú de que te ayuden... No prestes oído al demonio y no le temas;
él tiembla y huye ante la presencia de tu Ángel”, les decía.
Asimismo, una vez les prometió
que “si os encontráis en algún peligro grave para el alma o para el cuerpo,
invocadlo: yo os aseguro que él os asistirá y os librará”.