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2.2.22

EL CAMINO A DIOS ES… EL SER HUMANO

Necesito ver en las personas más cercanas la huella divina, quiero aprender a valorar su santidad sin despreciarla al tocar con dolor su pecado

Mladen Zivkovic | Shutterstock

El camino a Dios es el ser humano. A pesar de la fugacidad de tantas cosas. Porque todo pasa, todos los carismas desaparecen, sólo el amor queda:

«¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía».

Las cosas desaparecen. Los días pasan. Algunos sueños mueren sin dejar huella. El saber es limitado. Todo lo es.

«Cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce».

Es perentorio todo lo que toco. Lo que acarician y sostienen mis manos. Es tan vago y esquivo lo que pretendo retener con la fuerza de mis manos…

6.1.22

5 PISTAS QUE NOS DEJAN LOS REYES MAGOS PARA ENCONTRAR A DIOS

Dios se deja encontrar por quienes lo buscan con sinceridad y la fiesta de la epifanía es una oportunidad para tomar nota

By Jacob_09 | SHUTTERSTOCK

Buscar es una acción exigente y arriesgada. A veces ni siquiera queremos intentar saber qué piensa o qué vive otra persona, nos bastan nuestros juicios.

Nos cuesta buscar otras perspectivas, porque nuestras ideas son suficientes para nosotros. Ni siquiera queremos buscar a Dios, pues nuestros hábitos nos bastan.

La solemnidad de la epifanía nos muestra cómo Dios se deja encontrar por quienes lo buscan con sinceridad, arriesgando a ponerse en tela de juicio.

Sobre los magos sabemos que vienen de lejos. Partieron dejando atrás sus certezas. Aquí está la primera característica para buscar con honestidad: cuestionarnos a nosotros mismos sin quedarnos en nuestras cómodas razones. Movernos.

30.7.21

PARA DAR RESPUESTAS HAY QUE ASUMIR LAS DUDAS

Cuando pretendo encasillar o exigir un pensamiento único, lo único que consigo es matar la vida que no me pertenece

Branislav Nenin | Shutterstock

Me pregunto cómo dar respuesta a todos los interrogantes que la vida me plantea. Leía el otro día:

«Vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la existencia nos plantea».

No es tan fácil responder a todas esas preguntas que permanecen mecidas por el viento. Me gustaría que todo fuera blanco o negro, para no tener nunca dudas.

¿Y si las dudas brotan en el alma a medida que avanzo por el camino de la vida? Miro hacia atrás queriendo entenderlo todo. Y no es posible.

Pienso que estoy donde Dios quiere que esté ahora. Pero ¿y si hubiera tomado justo la opción contraria? ¿No pensaría que estaría también en el lugar que Dios quería para mí?

5.2.21

EN CONFINAMIENTO SUMÉRGETE EN TU INTERIOR

Me han cerrado las puertas de mi casa para que cuide lo que tengo dentro y llegue a mi profundidad

Piti Tangchawali - Shutterstock
Tengo sed de amor, de abrazos, de luz, de aire libre. De sueños que no se rompan. De salud, de paz.  Sed de abrazos que no se limiten. De alegrías no teñidas de tristezas. Sed de esperanza cuando todo parece complicarse. Y de luz cuando reina la noche.

Y sed de compañía cuando la soledad muerde muy dentro. Tengo sed de infinito cuando araño los límites de mi propia existencia. De cielo mientras me arrastro por los caminos.

Tengo sed de un pozo del que beber agua sin volver nunca a tener sed. De almas que me den confianza. Y de un hogar estable con hondas raíces.

19.1.21

TUS DESEOS (TAMBIÉN LOS SALVAJES) TE MUESTRAN LO QUE NECESITAS

No dejes nunca de buscar, de soñar

Parker Coffman/Unsplash | CC0
Los deseos, también los desordenados, siempre esconden una necesidad honda, verdadera. Pensar en ellos en lugar de reprimirlos ayuda a acercarse a lo que buscas, a lo que necesitas…

Un día Jesús preguntó a dos de sus seguidores -Juan y Andrés-: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron con otra pregunta: «¿Dónde vives?».

¿Es la curiosidad, o el deseo lo que mueve los pasos de Juan y Andrés? Quieren saber quién es ese hombre. Quieren conocer a Jesús y se acercan sin esperar que Él se dé cuenta.

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