El Papa Francisco presidió la Misa este Miércoles de Ceniza con el rito de la bendición e imposición de cenizas que se llevó a cabo en el altar de la cátedra de la Basílica de San Pedro
En su homilía, el Santo Padre destacó que la cuaresma “es un viaje de regreso a Dios” en el que Dios
dice “Vuelvan a mí con
todo el corazón”.
“La cuaresma es un viaje que implica toda nuestra vida, todo lo
que somos. Es el tiempo para verificar las sendas que estamos recorriendo, para
volver a encontrar el camino de regreso a casa, para redescubrir el vínculo
fundamental con Dios, del que depende todo. La cuaresma no es una recolección
de florecillas, es discernir hacia dónde está orientado el corazón. Este es
el centro de la cuaresma: hacia dónde está orientado mi corazón”, dijo el Papa.