En Laudate Deum, actualización de Laudato si, Francisco alerta de que los signos del cambio climático son «cada vez más patentes» y el abandono de los combustibles fósiles no se está realizando a la velocidad necesaria
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| Foto: DPA/Gehad Hamdy |
Ocho años después de Laudato si «no tenemos reacciones suficientes mientras
el mundo que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de
quiebra». Así explica el Papa Francisco su decisión de dar continuidad a su
encíclica sobre el medio ambiente con la exhortación apostólica Laudate Deum,
publicada este 4 de octubre como cierre del Tiempo de la Creación. A lo largo
de los seis capítulos y 24 páginas del documento, el Santo Padre vuelve a poner
al día de los temas más candentes de la crisis del clima: «Por más que se
pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio
climático están ahí, cada vez más patentes». Y «no es posible ocultar la
coincidencia de estos fenómenos globales con el crecimiento acelerado de la
emisión de gases de efecto invernadero, sobre todo desde mediados del siglo
XX».
Son temas que conoce bien Eduardo Agosta, climatólogo, fraile carmelita y colaborador del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Cita «los extremos de sequía, los incendios forestales que se multiplican, las olas de calor, la subida del nivel del mar o la desaparición de glaciares». Todos estos síntomas apuntan a que «la situación es cada vez más crítica.















