“Este es el estilo de servicio que Jesús nos ha enseñado al decir: ‘Han recibido gratuitamente, den también gratuitamente’”
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| Vatican Media |
En el último día de su viaje a
Mongolia, el Papa Francisco bendijo e inauguró la Casa de la Misericordia, un
edificio destinado a dar albergue temporal a personas sin techo y víctimas de
violencia doméstica. El Santo Padre subrayó que en las palabras que dan nombre
al lugar “está la definición de la Iglesia”.
La Iglesia, indicó el Papa, “está
llamada a ser hogar acogedor donde todos pueden experimentar un amor superior,
que mueve y conmueve el corazón; el amor tierno y providente del Padre, que nos
quiere en su casa como hermanos y hermanas”.
La Casa de la Misericordia,
ubicada en la zona central de Ulán Bator, la capital de Mongolia, funcionará en
lo que antes era una escuela a cargo de las Hermanas Hospitalarias de San Pablo
de Chartres, gracias al apoyo de las Obras Misionales Pontificias de Australia,
“Catholic Mission”. Surgió como una iniciativa de la comunidad católica local,
encabezada por el Prefecto Apostólico de Ulán Bator, Cardenal Giorgio Marengo.










