Este instrumento de tortura habría sido confeccionado a partir de un árbol o planta que crece cerca de Tierra Santa
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| Imagen referencial. Crédito: Salicyna - Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0). |
La corona de espinas colocada en
la cabeza de Cristo durante su Pasión es una de las reliquias más veneradas por
los fieles en el mundo, junto a un fragmento de la Vera Cruz y uno de los
clavos con el que fue crucificado el Hijo de Dios; sin embargo, tiene un origen
sencillo: fue hecha a partir de un árbol.
Cabe recordar que una de las
torturas que sufrió Jesucristo durante su Pasión fue la coronación de espinas,
suceso que meditamos en el tercer misterio doloroso y que se encuentra descrito en el Evangelio de San Mateo.
“Entonces los soldados del
procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a
toda la cohorte. Lo desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura y,
trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y en su mano
derecha una caña, y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla
diciendo: ‘Salve, Rey de los judíos’”.












