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20.1.22

¿TE ESTRESA TENER QUE CUMPLIR EXPECTATIVAS? ROMPE ESA CADENA

Esperamos ciertos comportamientos y palabras y cuando no se dan llega la decepción, pero hay algo mejor que exigir y presionar

FGC | Shutterstock
Si no tuviera tantas expectativas sería más feliz. Mi felicidad interior, la paz que me habita, están unidas con las expectativas que tengo sobre la vida, sobre los demás, sobre las cosas que pasan.

Miro a las personas y espero ciertos comportamientos de ellas, espero que digan ciertas palabras o anhelo que adopten ciertas actitudes.

Pero no funciona así. Las cosas no son como yo espero. Y me defraudan. No se comportan como a mí me gustaría. O las cosas no suceden, las que yo quería.

¿Cuáles son esas expectativas que me frustran cuando no se cumplen? Son promesas no formuladas o incumplidas.

Promesas que creo que Dios me ha hecho, cuando no es así. Los tiempos de Dios son distintos a los míos.

18.7.21

¿QUÉ EXPECTATIVAS PUEDO TENER COMO CRISTIANO?

Sigo a Jesús pero a veces no me siento feliz... ¿Me equivoco en mis expectativas? ¿Sé amar?

Arak Rattanawijittakorn | Shutterstock
Dios nos eligió y somos suyos. No puedo hacer nada más. Me quiere con locura y sabe cómo soy en mi pobreza. Y me regala todo lo que lleva en su corazón. Y recibiré mucho más en el cielo y también aquí en la tierra.

¿Acaso no hay muchas personas que no reciben tanto como han entregado? Sí, parece que no se cumple la promesa en ellos.

Hay vidas muy injustas e infelices. ¿Qué sentido tiene esa promesa que no siempre parece cumplirse?

11.7.21

EL REQUISITO PARA OBTENER MILAGROS

Necesito creer para que suceda el milagro, sin fe no hay vida ni esperanza

Photographee.eu | Shutterstock
Para hacer milagros Dios necesita fe. Sin esa fe no es posible nada extraordinario. Es el abono con el que puede crecer la planta. El agua que la riega, el sol que le da vida.

Sin la fe no hay milagros, ni grandes curaciones, ni grandes obras. ¿Para qué ayudan los milagros?

En primer lugar el milagro me devuelve la salud y me reinstala en mi vida de antes. No me vuelve mejor, simplemente me permite recuperar lo que había perdido o adquirir lo que nunca había tenido.

El paralítico, el ciego de nacimiento, el leproso, se alegran por la salud recobrada. Tuvieron fe y Jesús obró el milagro.

Dejaron de estar apartados del mundo por su limitación física. Jesús los devuelve al mundo.

10.6.21

MEJOR AMAR QUE GANAR (SEA CUAL SEA LA BATALLA)

Algunos matices llenos de sabiduría sobre la victoria y el éxito para enfocar mejor tus prioridades, luchas, expectativas y esperanzas

TinnaPong | Shutterstock
Me asusta pensar que la vida se define sólo en ganar o perder. Gano el amor de los demás, de Dios o lo pierdo todo y me quedo solo.

Gano el tiempo o lo dejo escapar y mi vida se apaga. Gano una oportunidad que me abre puertas o pierdo el tren que pasa ante mi estación, dejándolo ir sin hacer nada.

Gano opciones de ser mejor o pierdo la ilusión y ya no lucho por llegar a las estrellas que se dibujan ante mí.

Pierdo el tiempo de ahora por no poder salir de casa por la pandemia o lo gano haciendo aquellas cosas que de otra forma hubieran sido imposibles.

Gano un partido o lo pierdo, no cabe el empate, sólo puede ganar uno. Gano o pierdo. Parece todo tan sencillo…

18.1.20

LA RESPUESTA A TUS EXPECTATIVAS QUE NO TE DECEPCIONARÁ

Pero ábrete a la posibilidad de que lo que buscas sea gratis

Foto di Camille Brodard su Unsplash
La vida está llena de expectativas: esperamos que algo cambie en el otro, esperamos encontrar una respuesta a nuestras preguntas, esperamos el amor verdadero, esperamos tiempos mejores, esperamos que este sea un buen año (mejor que el anterior).

en su mayor parte, estas expectativas siguen siendo decepcionadas. Entonces nos dedicamos a vivir igual, aprendemos a no esperar más y nos encerramos en nuestras trincheras evitando que todos, indiscriminadamente, entren en nuestra vida

El gran peligro de los cristianos de hoy es resignarse a lo existente, es la tentación del desánimo, el riesgo de ser abrumado por la evidencia del desastre.

Luchamos por creer en la liberación, porque (aunque no lo creamos conscientemente) no aceptamos poder ser libres del todo: el exilio fue merecido, pero ¿puede ser merecida la liberación?
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