Un día como ayer, la Virgen de Fátima les mostró cómo es el infierno a los tres niños pastorcitos Lucía, Francisco y Jacinta, en la Cova da Iria, en Fátima (Portugal).
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Imagen referencial del infierno y retrato de los tres pastorcitos. Crédito: Wikimedia Commons (izq.). |
El 13 de julio de 1917, en la
tercera de sus apariciones, la Virgen María permitió que los niños tuvieran una
visión del infierno para que comunicaran lo que les espera en el mundo
invisible a las personas que no se convierten ni arrepienten de sus pecados
mortales antes de morir.
Según narra la historia, ese día
la Madre de Dios les reveló un secreto en tres partes a los pastorcitos. En la
primera parte, la Virgen les mostró el infierno y les explicó cómo ayudar a los
demás para que no se condenen.
“Hagan sacrificios por los
pecadores, y digan seguido, especialmente cuando hagan un sacrificio: Oh Jesús,
esto es por amor a Ti, por la conversión de los pecadores, y en reparación por
las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María”, les indicó la
Virgen.