Reflexionar sobre mis sueños más secretos y verdaderos es fundamental para tomar las riendas de mi vida
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Siempre puedo decidir qué hacer ante la vida. Puedo dejar pasar lo
que me rodea sin darle importancia.
Puedo esquivar el esfuerzo que conlleva detenerme a pensar en lo
que está pasando ante mis ojos.
Lo que pienso, lo que está en mi imaginación, presiona con fuerza
para hacerse vida. Los pensamientos son creativos, mis ideas.
La idea que tengo de la vida empuja para hacerse visible. Mi
pensamiento construye.
Imagino una casa que un día se levanta delante de mí. Puedo pensar
o no pensar.
Puedo invertir tiempo mirando en mi
corazón o dejar que la vida siga su curso sin esforzarme en cambiar las cosas
que pasan.
Ante un problema puedo hacerle frente
o evitarlo. Dejárselo a otro para que lo resuelva.