La popularidad de los influencers ha provocado que los humanos estemos en una constante búsqueda de visibilidad y reconocimiento
![]() |
BublikHaus | Shutterstock |
En nuestros días, las redes sociales han creado una percepción generalizada
de la propia visibilidad. Un ejemplo de esto es el concepto de ser un influencer, un
modelo que cada vez más se presenta como ejemplo a seguir. Nos hemos empezado a
acostumbrar a la idea de hacer todo lo que esté a nuestro alcance por obtener
visibilidad.
Esta dinámica se ha convertido en el sello distintivo de nuestro tiempo y
representa todas aquellas situaciones de la vida en las que estamos dispuestos
a todo para obtener aprobación, y quizás, una posición que pueda asegurarnos
prestigio y admiración.
Por el contrario, las palabras de Jesús en su Evangelio nos hablan de estar
en los últimos puestos, de ser humildes, de no buscar ser vistos ni
reconocidos. Parece ser que el camino que nos acerca a Cristo es el de la
pérdida, el de dar sin esperar reciprocidad, aplauso o gratificación, el de
servir humilde y silenciosamente sin buscar visibilidad y reconocimiento.